A
ún en aquellas personas con síntomas previos de acidez estomacal, los fármacos llamados inhibidores de la bomba de protones pueden causar esos síntomas una vez que se suspende el tratamiento, concluyó un estudio publicado en la revista Gastroenterology. "Parece que los fármacos inducen los síntomas que tratan, lo que generaría" dependencia de esos medicamentos, dijo a Reuters Health la coautora del estudio, doctora Christina Reimer, del Hospital Universitario de Koge, en Dinamarca. Esa dependencia explicaría el aumento del uso de esos fármacos. El equipo de Reimer estudió a 120 voluntarios sanos, que recibieron un tratamiento placebo de 12 semanas o un régimen de ocho semanas con el inhibidor de la bomba de protones esomeprazol más cuatro semanas de píldoras placebo. Casi la mitad (el 44 por ciento) de los participantes que no habían tenido síntomas desarrollaron acidez estomacal clínicamente significativa al suspender la terapia entre la novena y la duodécima semana, a diferencia del 15 por ciento del grupo tratado únicamente con placebo. Los medicamentos se indican a una gran cantidad de pacientes, muchos de los cuales no tendrían síntomas asociados con la acidez estomacal, indicó Reimer. "Los resultados desafían esta política liberal de prescripción y demuestran que, como médicos, debemos ser más restrictivos", dijo la experta. Los autores de un editorial sobre el estudio coinciden. "Hay que trabajar para limitar el uso de los inhibidores de la bomba de protones a los pacientes que se beneficiarán con la terapia", escribieron los doctores Kenneth E. L. McColl y Derek Gillen, de la University of Glasgow, en el Reino Unido.