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ientíficos británicos generaron semen artificial a partir de células madre. La investigación se desarrolló en un laboratorio de Newcastle que hace tres años probó la experiencia en ratones. El descubrimiento podría ayudar a combatir la infertilidad que afecta a una de cada siete parejas en el mundo. El equipo científico liderado por Karim Nayernia consiguió generar esperma a partir de células madre, con cromosomas masculinos (XY), que se consiguieron por medio de embriones de fertilización in vitro que habían sido donados. “Se trata de un paso importante ya que permitirá a los investigadores estudiar en detalle cómo se forma el esperma y llevará a una mejor comprensión de la esterilidad masculina”, detalló el doctor que también se desempeña en el Instituto de Células Madre del Noreste de Inglaterra. Las células, según describió la revista académica Stem Cells, recibieron un tratamiento de ácido retinoico (un derivado de la vitamina A) para favorecer su crecimiento hasta que los mismos tuvieron una suerte de “cola” y movimientos similares a los de un espermatozoide. “Se trata de esperma maduro y con movilidad”, explicaron los científicos. Lo que en un futuro podría colaborar para combatir la infertilidad todavía está en pañales para otros investigadores de la comunidad científica. “Algunas células tienen los rasgos genéticos distintivos y las marcas moleculares que se ven en el esperma, pero les falta la potencia suficiente”, mencionó Allan Pacey, de la Universidad de Sheffield. En la misma dirección se expresó el profesor Azim Surani, de la Universidad de Cambridge: “Tienen aún un largo camino que recorrer para ser auténticas células de esperma”. “La investigación sirve primero para ayudar a una de cada siete parejas que tienen problemas para tener hijos. Un 25% de ellas es por infertilidad masculina, porque tienen pocos espermatozoides o funcionan mal”, describió Fernando Neuspiller, director del IVI Buenos Aires. “A las células madre embrionarias, se les agregaron unos ‘promotores’. Las células tienen 46 cromosomas y los espermatozoides tienen que tener la mitad, lo que se consigue con otro promotor. La ‘haploidización’ permite la reducción por un lado y con otro promotor se logra que la célula genere un flagelo (la cola del espermatozoide). Entonces, a través de esta serie de procesos, se logra una célula similar a los espermatozoides in vitro”, agregó. Según el especialista en tocoginecología y reproducción humana, para que sean espermatozoides normales habría que fecundar un óvulo. “Pero por ahora, como la clonación reproductiva está prohibida, el paso siguiente no se puede hacer. Por lo tanto, la investigación llega hasta acá”. “Debo reconocerlo, mi condición de paciente infértil me hace ver esta investigación con la emoción de un niño recibiendo en Navidad la bicicleta que tanto anhelaba”, confesó Fabián Sticca, presidente de la Asociación Civil Sumate a Dar vida, surgida a fines de 2007 por una inquietud de un grupo de pacientes con dificultades para concebir. Posteriormente, lejos de su optimismo inicial, aclara: “En estos recursos suele depositarse la creencia de una descontrolada manipulación genética. Sin embargo, combatir la infertilidad es apostar a la especie y a su evolución. En definitiva, no significa otra cosa que una cura a numerosas enfermedades que asegurarán en sucesivas generaciones la mejora de la especie”. (Fuente: Crítica Digital)