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PF, la única de las grandes petroleras que no había tocado sus precios la semana pasada, aplicó ayer en la Capital Federal aumentos que llegan a duplicar las subas de sus competidoras. El litro de gasoil Ultra Diesel pasó de $ 2,060 a 2,206, lo que representa un aumento del 7,1%, contra las subas de entre tres y cuatro puntos que habían aplicado Esso, Shell y Petrobras. En el caso del gasoil premium (D-Euro), el aumento fue de sólo 1,6%, aunque su precio lo sigue ubicando como el más caro del mercado local ($ 3,249). Por el lado de las naftas, también hubo retoque de precios. La premium (Fangio XXI), que hasta la semana pasada costaba $ 3,249, figura ahora en los paneles de las estaciones de servicio con un precio de 3,329 (un aumento del 2,5%). La súper pasó de $ 2,869 a 3,009 el litro, lo que representa un aumento del 4,9 por ciento. Al ser consultados por LA NACION, voceros de YPF aclararon que a partir de hoy se corregiría el aumento de la súper para evitar pasar la barrera de los $ 3. De acuerdo con esas fuentes, el aumento final sería del 3,1% para ubicar el litro de súper en $ 2,958. Esos mismos voceros habían afirmado el viernes que la compañía de la española Repsol YPF y la familia Eskenazi "no analiza ningún tipo de aumento", declaración que fue desmentida ayer por el cambio de los precios en los surtidores. La justificación que dio la empresa para retocar ayer sus precios -cuando la atención principal de los medios estaba puesta en los resultados de las elecciones del día anterior- fue que el aumento de sus competidoras podía tener un impacto negativo en el abastecimiento de sus estaciones, al incrementar en ellas la demanda. "Cuando hicimos el análisis del mercado después de los aumentos de las otras empresas vimos que del 54 por ciento de participación de mercado que nos corresponde a nosotros la proyección nos llevaba a llegar a más del 62 por ciento. Por eso se decidió emparejar el valor de la nafta súper con la que vende Petrobras. Es lo que internamente se llama corrección técnica", explicaron las fuentes consultadas. Los precios de Petrobras e YPF suelen ubicarse un escalón por debajo de los de Esso y Shell. Evitar el desabastecimiento Ninguna de las petroleras quiere aumentar su participación de mercado por el riesgo de no tener producto suficiente para cumplir con la demanda en sus estaciones de servicio. El objetivo es evitar caer en una situación de desabastecimiento. La principal preocupación actual es por la nafta súper, ya que en el último año, al calor de la crisis, hubo una migración de consumidores de las naftas premium. Durante el primer cuatrimestre del año la demanda de las premium cayó 32% respecto de igual período de 2008, mientras que las súper subieron 18% y las normales, 11%. En ese lapso, YPF ganó unos seis puntos de participación en el mercado de las naftas. El último aumento masivo de combustibles había sido hace tres meses. Las subas promedio habían rondado el 3%, aunque hubo picos de hasta 5,5% en el caso de la nafta súper. (Fuente: La Nación)