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a comunidad educativa de la Escuela de Comercio Nª 1 Justo José de Urquiza de Paraná está preocupada debido a la existencia de filtraciones en el edificio ubicado en Avenida Ramírez y Urdinarrain, que provocan la electrificación de paredes cada vez que llueve. Pese a que el primer semestre del año ha sido seco, ya se suspendieron tres veces las clases con el fin de prevenir accidentes, informó un grupo de madres. Lucrecia Giqueaux, mamá de un alumno de noveno año, dijo que el lunes, en una reunión con las autoridades de la escuela, la directora Adriana Meucci informó que el problema radica en la losa del techo y que desde hace años se vienen haciendo los reclamos ante la Provincia. “La directora nos explicó que es un problema de larga data, que el techo de la escuela está todo rajado y por ahí entra agua, que a su vez se filtra en las instalaciones eléctricas”, dijo Giqueaux. Para colmo –añadieron las madres- la escuela carece de disyuntores de electricidad, un mecanismo considerado esencial para evitar riesgos en un edificio por el que pasan unos 1.200 alumnos. Según contaron las mamás, la directora informó en la reunión que en el año 2000, cuando asumió el cargo en la escuela, ya había trámites iniciados ante las autoridades provinciales pidiendo una solución a las falencias edilicias. “Ella (la directora) dijo que continuó las gestiones, pero no ha tenido respuesta”, relató Hersilia Marino, otra mamá. Así las cosas, las autoridades explicaron que ante la situación, cuando llueve se resuelve suspender las actividades a modo de prevención. Y así se seguirá, mientras no se solucione el inconveniente. Deficiencias “El lunes, cuando fuimos a la reunión, estábamos en un aula donde caía el agua permanentemente. Había llovido el viernes”, relató Analía Aparicio, al dar cuenta del problema. Es que la losa está resquebrajada (se trata de unos 1.500 metros cuadrados de techo), se filtra agua que afecta a las instalaciones eléctricas y a distintos espacios del establecimiento (aulas, pasillos, sala de tecnología y laboratorio), en donde aparecen goteras o humedad. El inconveniente es más notorio en el primer piso, aunque en las aulas ubicadas en la planta baja no quedan exentas de las filtraciones de agua. “Dos por tres también se inunda ese sector y usan una bomba para desagotar las aulas de abajo”, explicó Giqueaux. Además, la instalación de desagües sería insuficiente y el edificio no tiene salidas de emergencia, según la información proporcionada por las autoridades a las madres. Así las cosas, las madres dijeron que apoyan la decisión de la Dirección de interrumpir las clases hasta que se arreglen las fallas. El año pasado, un grupo de padres hizo pública su inquietud ante el corte de clases ante falencias en los sanitarios del establecimiento. Luego, en las vacaciones de julio, los baños fueron reparados. Así, los inconvenientes en el edificio vienen reiterándose, pese a que se trata de una construcción “relativamente nueva”, expresaron (Fuente: El Diario)