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a semana próxima 280 personas comenzarán a competir por ocupar uno de los 50 cargos para escribientes, el escalafón más bajo de la carrera judicial, según informaron desde la Asociación Judicial de Entre Ríos (AJER). Estas personas lograron superar la prueba de tipeado de la que participaron 1.078 personas, de las cuales 200 eran empleados judiciales. Sólo un 25% de éstos pasó a la segunda etapa, mientras que el resto, unos 150, quedaron eliminados. Muchos de los candidatos excluidos ya desempeñaban cargos en la Justicia, en algunos casos desde hace cinco años. En caso de perder el puesto, estos trabajadores podrían invocar el artículo 42 de la Constitución Provincial que sostiene que “ningún empleado de la Provincia, de las Municipalidades o las Comunas con más de un año consecutivo de servicio, podrá ser separado de su cargo mientras dure su buena conducta, su aptitud física y mental, y su contracción eficiente para la función encomendada(...)”. Otro de los cuestionamientos al sistema de evaluación es que no tiene en cuenta la experiencia que un trabajador obtiene en varios años de servicio, cómo así también el largo lapso entre los concursos. La primera prueba de carácter eliminatorio consistió en el copiado en computadora de un texto jurídico, seleccionado por sorteo. El postulante debía escribir correctamente 140 palabras en cuatro minutos. No se computaron palabras con errores mecanográficos u ortográficos, las palabras duplicadas y las que no estén en el texto original. En la segunda etapa que se realizará la semana próxima, los candidatos deberán corregir un texto con errores en computadora también sobre temas de índole jurídico. Mientras que en la última etapa los aspirantes serán sometidos a una prueba de conocimiento, consistirá en un examen con la modalidad de opción verdadero o falso en computadora, cuyo temario y material de estudio se encuentra en la página web del Poder Judicial. “Nervios” Mabel Pedrero, dirigente de Asociación Judicial de Entre Ríos (AJER), resaltó que “es muy bajo el porcentaje de postulantes que pasó el examen, ya que incluye a los trabajadores precarizados en el Poder Judicial”. “Los nervios dejaron a fuera a personas muy capacitadas, pero nervios siempre hay cuando una persona va a rendir”, resaltó Pedrero quien argumentó: “Estábamos desacostumbrados en Paraná a los concursos, porque en 2005 hubo un nombramiento masivo y eso trajo esperanzas”. La dirigente sindical explicó que “la idea es cubrir las 50 vacantes habilitadas”, y añadió: “Luego hay que hacer los concursos internos para que se vayan liberando los cargos de escribientes”. En ese orden, Pedrero sostuvo que los cargos en que podría haber vacantes no alcanzan para cubrir la planta precarizada, ya que “hay 112 vacantes en total si se cubriera todo y tenemos 200 trabajadores precarizados porque no están ejecutados los cargos”, y agregó: “Es una planta que no se podrá regularizar con este concurso”. Acerca de si son idóneos estos exámenes, la dirigente de AJER aseguró que “es una cuestión discutible”, ya que “limita la cantidad de gente que puede pasar al siguiente examen”. Pedrero, respecto de este modelo de evaluación, expresó que si bien “es rápido y ayuda a llevar el concurso adelante, no se evalúan los antecedentes de miles de personas”. Luego destacó que “es muy frustrante para el trabajador la eliminación”. Pedrero indicó que “no es fácil para el trabajador que está hace ocho años y puede quedar afuera. O mejor dicho quedó afuera por salir mal”. La dirigente gremial comentó que los concursos de este tipo se realizan desde hace muchos años, ya que el estatuto del Poder Judicial de Entre Ríos así lo dispone. Aunque Pedrero aclaró que “en Paraná hace muchos años que no se realizaba un concurso. A las personas que trabajan hace años, que no fueron removidas, les dio un status de continuidad y tener que someterse a esto fue tremendo”. Pedrero aclaró que la última palabra la tiene la Superintendencia del Superior Tribunal de Justicia acerca de la continuidad laboral de los trabajadores que salieron mal en el examen. Según la dirigente el problema de la falta de concursos se da en Gualeguaychú y Paraná, porque en el resto de las jurisdicciones se hacen concursos cada dos años. “Acá (por Paraná) en el último concurso hasta faltó personal para llevar el concurso”. Precisó que en 2004, AJER realizó tres plenarios para regularizar la situación, ya que “durante los 90 sólo se reforzó con precarizados. En ese momento no hubo acuerdo entre las jurisdicciones por lo que nos debemos un debate interno importante”. (Fuente: UNO)