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l Tribunal Oral Nº 1 de Morón condenó al padre Julio César Grassi a 15 años de prisión por dos de los 17 cargos de abuso sexual y corrupción, aunque seguirá en libertad hasta que la sentencia quede firme tras las apelaciones. Los jueces lo encontraron al padre Grassi culpable del delito de abuso sexual agravado por su condición de sacerdote, y corrupción de menores también agravada por ser custodio de los menores denunciantes. Los magistrados dispusieron además que el sacerdote no podrá salir del país, no podrá cambiar de domicilio, y tampoco podrá acercarse a menores de edad. Tras la noticia se escucharon las voces de varios sectores. Algunos aplaudieron la medida y otros la condenaron (ver aparte). UNO consultó al arzobispado local para conocer cuál es la posición. El padre Ignacio Patat, encargado de prensa, envió un comunicado oficial a la Redacción, que fue redactado y difundido desde Buenos Aires por la Agencia Católica, al cual adhiere la Iglesia local. “La posición de la Iglesia es la de aceptar lo que dice la Justicia, que debe ser pareja para todos, laicos, no laicos y sacerdotes”, sintetizó Patat. Sin juicio El comunicado expresa que la autoridad eclesiástica no suele emitir juicio ni comentario alguno sobre la actuación de la Justicia Civil en casos en los que están involucrados miembros del clero, ya que “la Iglesia acata, como siempre lo hizo en casos similares, el veredicto de la Justicia, que es pareja para todos los ciudadanos”. Precisamente en estos días, con motivo del año sacerdotal que se iniciará el próximo 19 de junio, la Santa Sede emitió un “mensaje a los sacerdotes” del mundo, en el que en un párrafo se refiere a los sacerdotes implicados en situaciones delictivas y dice: “Obviamente, es necesario continuar la investigación, juzgarlos debidamente y aplicarles la pena merecida”. En ese mensaje a los sacerdotes, el prefecto de la Congregación vaticana para el Clero, que firma la carta en nombre del Santo Padre, dice que “la Iglesia quiere decir, sobre todo a los sacerdotes, pero también a todos los cristianos, a la sociedad mundial, que está orgullosa de sus sacerdotes, que los ama y los venera, los admira y que reconoce con gratitud su trabajo pastoral y su testimonio de vida”. El cardenal Hummes reconoce que “es verdad que a algunos se los ha visto implicados en graves problemas y situaciones delictivas”, pero aclara: “Obviamente es necesario continuar la investigación, juzgarlos debidamente y aplicarles la pena merecida”. Sin embargo, añade, “estos casos son un porcentaje muy pequeño en comparación con el número total del clero”. El obispo de Santa Fe mostró su dolor El arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, opinó sobre la condena por abuso sexual contra el padre Julio César Grassi y aseguró: “Estoy dolorido porque no puedo dejar de pensar que es un sacerdote”. “La Iglesia en esto cree en los fallos de la Justicia y es respetuoso. Si hubo pruebas, tenemos que aceptar que ha habido un hecho ilícito que nos duele como sacerdotes. Pero qué le vamos a hacer, hay que seguir trabajando”, aseveró en rueda de prensa el titular de la arquidiócesis santafesina. Por otra parte, Arancedo se lamentó “por toda aquella gente que está trabajando en ese programa, que ha hecho con tanta entrega, con tanta movilización de gente, con cientos de chicos que son asistidos. Es un gran proyecto de trabajo, que es una pena que se vea comprometido a futuro. Esperemos que pueda seguir su obra con otras personas”. Para Mattiassi, “Grassi es inocente” El padre Mattiassi, párroco de la Sagrado Corazón y líder de la Renovación Carismática Católica de Bajada Grande, salió en defensa del sentenciado por la Justicia. “Creo que es inocente, porque, por lo que se dice, la causa se inició por un deseo de destruir su obra por parte de unos resentidos que él (Grassi) despidió. Entonces, le armaron la cama para que él acabe como está”, planteó. Mattiassi cuestionó que al haber sido condenado Grassi por sólo dos de las causas y absuelto por las 15 restantes se le haya dado una pena de 15 años. “Me dolió mucho esa injusticia de la Justicia injusta, que tenemos en la Argentina”, aseveró. “Aprecio al padre Grassi por la obra que hizo aunque no lo conozco. Mucha gente está de acuerdo en que es injusta”, la sentencia, remarcó, en diálogo con APF. Tras poner en duda los cargos que se comprobaron contra el sacerdote capitalino el párroco estimó: “La Justicia que condenó a Grassi quiso quedar bien con Dios y con el Diablo. Lo condenó, pero lo dejó libre. Si estaba segura (la Corte del fallo) lo condenaba y ya está. Hay inseguridad en el Tribunal.”. “No puede durar siete meses un juicio”, cuestionó a renglón seguido Mattiassi, quien aludió a que la falta de certeza de los magistrados se debe “a la gran presión de ciertos personajes de la política, como Estela de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo) y demás que están empujando para que Grassi vaya a la cárcel y pierda su preciosa obra”. El párroco también se quejó de que en la evaluación de la conducta de Grassi no se tiene en cuenta a Felices los Niños, la fundación que armó para atender a chicos con necesidades insatisfechas, sino sólo “una acusación que aparentemente es falsa y con toda malicia a fin de destruir su obra por venganza, eso es lo que he sacado en conclusión”. Mattiassi, que también dirige la FM Corazón (104.1 Mhz), matizó luego sus afirmaciones comentando: “Si es cierto que ha sido abusador, que se atenga a las consecuencias, pero hay que demostrarlo fehacientemente. Y este juicio no me da ninguna seguridad de que la Justicia esté segura de que es abusador”.