E
stupor, indignación, espanto. Una mezcla de sensaciones indescriptibles es la que afecta a la mayoría de los vecinos de la localidad de Gobernador Mansilla, en el departamento Tala. No terminan de creer que un pequeño de tan sólo 10 años haya fallecido víctima de sida, enfermedad que contrajo luego de ser violado por un adulto en la ciudad bonaerense de Campana. El niño vivía allí con su familia cuando ocurrió el hecho y luego, hace aproximadamente cuatro años, se radicó en el pueblo del departamento Tala. A fines de abril debió ser internado con urgencia en el Hospital Materno Infantil San Roque, de Paraná, con un severo cuadro de descompensación general y falleció dos días después. Los análisis realizados comprobaron que padecía el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) y a través del testimonio del pequeño los asistentes sociales del nosocomio se enteraron que había sido violado por un mayor. La mamá radicó la denuncia en los Tribunales de Paraná pero la causa, que se tramita en el Juzgado de Instrucción Nº 8, pasaría a la justicia bonaerense dado que su titular se podría declarar incompetente porque el hecho no habría ocurrido en territorio entrerriano. Más que nunca, se necesita la celeridad del accionar de la Justicia ya que el violador está en libertad y, presumiblemente, en contacto con otros chicos. Cuadro “El niño llegó con un estado de deterioro total, absolutamente inmunodeprimido y afectado por enfermedades concurrentes. Unas horas antes de fallecer descubrimos que tenía sida. Nadie lo sabía, ni siquiera la madre”, explicó a EL DIARIO el director del Hospital San Roque Hugo Cati. En el medio de su agonía, el pequeño habló con los profesionales del nosocomio, médicos y asistentes sociales, y les contó que años atrás sufrió el abuso sexual de parte de un mayor que vive en Campana, conocido de la familia. Cati manifestó estar profundamente horrorizado y alarmado por este hecho, ya que nunca antes había tomado contacto con un suceso de estas características. “El hospital dio aviso a la Justicia y se siguieron los trámites que corresponden a estos casos”, señaló el facultativo. Igualmente, el día 30 de abril, fecha en que el pequeño murió, la mamá acudió al Palacio de Tribunales en nuestra ciudad para dejar asentada su denuncia. En el hospital le hicieron análisis a toda la familia y todos resultaron negativos. Así se comprobó que el contagio había sido por fuera del núcleo familiar. En la escuela El chico, cuya identidad se preserva por razones legales obvias, llegó a Mansilla proveniente de Campana e ingresó a la Escuela Nº 8 Román Deheza. “Hace un par de años atrás, notamos que tenía manchas en los brazos y en las piernas. Se lo hicimos notar a la madre pero ella nos decía que se trataba de una alergia”, recordó un docente de esa institución. Luego, el pequeño sufrió algunas hemorragias nasales y finalmente, el día que fue internado padeció una descompostura. “Estaba en la clase de Educación Física y nuevamente perdió sangre, esa vez por la boca. Llamamos a la madre y le dijimos que tenía que llevarlo con urgencia al médico”, señalaron desde la escuela. Los maestros recuerdan que por entonces, dado que ignoraban la enfermedad que el niño padecía, no tomaban ningún tipo de precaución cuando le prestaban los primeros auxilios durante las hemorragias. “Ahora usamos guantes en todo los casos”, señalaron. Tras una breve internación en el hospital del pueblo fue derivado a Gualeguay, primero, y a Paraná después, donde falleció. El responsable de su muerte, el violador, goza de libertad. Su propia víctima, un niño de 10 años, dijo su nombre. Ahora, sólo resta que la Justicia haga su trabajo. Pero que sea pronto, porque el abusador anda suelto. (Fuente: El Diario)