E
n el Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (Iafas) aseguran que en los primeros cincos meses de 2009, el único bingo que tiene la provincia perdió 340.000 pesos. El panorama no es alentador. A fin de año se llegaría a tener un déficit de un millón de pesos. Por eso, afirmaron que se buscarán diferentes alternativas comerciales. Entre ellas está la suba del cartón a cinco pesos. La medida no es arbitraria. Silvio Vivas, el gerente general del Iafas, dijo: “Con la decisión que tomamos buscamos ofrecer un pozo más atractivo. De ahora en más será dos veces y media más grande”, adelantó el ejecutivo. En el organismo esperan que ello sirva para que aumente la cantidad de jugadores: “Si la gente no va, no se cubren los costos fijos”, manifestó el gerente. En tanto, el presidente del Iafas, en declaraciones radiales, a propósito del aumento del cartón, afirmó: “No es una medida antojadiza, el cartón hace muchísimos años estaba en 2 pesos, y los gastos aumentaron considerablemente”, describió. Los funcionarios informaron que la última opción será el cierre de la sala. “Sería la última medida que tomaríamos. Igualmente tenemos 10 casinos y 17 salas de tragamonedas para reubicar eventualmente el personal”, deslizó Vivas. Tanto el gerente general como el presidente del Iafas coincidieron en que la función del Instituto es “bregar por los intereses del Estado”, por lo tanto no podrían seguir manteniendo un juego deficitario. Rápida resolución La gran mayoría de los bingos que existen en el resto del país están en manos de inversores privados que además explotan los tragamonedas. En el mundo del juego explican que el bingo tiene menos adeptos porque es de “lenta resolución”. La esencia misma le jugó en contra. Entre que salen todas las bolillas, se resuelve el pago y se vuelven a vender los cartones, el apostador debe dedicarle mucho tiempo. “La tendencias mundial va hacia los juegos de rápidas resoluciones”, reiteró Silvio Vivas. En el Iafas saben que tanto el bingo como la lotería son juegos nobles, pero no por eso seguirán perdiendo plata. La Lotería sorteó por última vez en Navidad. Habrá que ver hasta cuándo tendrá vida el bingo. Los especialistas aseguran que las nuevas generaciones de apostadores están acostumbrados a la velocidad de las computadoras. Parece ser que el último cartón que se juegan los funcionarios del Iafas es aumentar el precio para que suba el pozo. Si el premio no seduce a los jugadores, los días del bingo estarán contados. (Fuente: Diario UNO)