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specialistas argentinos y extranjeros debatirán este sábado en Buenos Aires sobre los beneficios y los riesgos de medicar a personas que no tienen niveles de colesterol malo elevados, pero que ya sufren una inflamación de sus arterias por el consumo de cigarrillo, la presión arterial anormal y el estrés, entre otros factores. "Esas personas ya están en riesgo de padecer problemas cardíacos. Desde la medicina, estamos buscando caminos para disminuir ese riesgo", afirmó Ricardo López Santi, presidente del comité científico del congreso anual de la Federación Argentina de Cardiología. El debate se desarrollará durante dos sesiones del congreso, que empieza hoy y termina el lunes, en un hotel porteño de la zona de Retiro. Girará en torno a los resultados de un reciente ensayo clínico que se llevó a cabo en 26 países (incluyendo la Argentina) y que comparó los efectos de un medicamento, la rosuvastatina, para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. "Este medicamento tendría un potente efecto contra la inflamación de la pared de las arterias. De esta manera, reduciría el riesgo de los infartos y los ataques cerebrovasculares", señaló López Santi. Hasta ahora, la rosuvastatina se administraba para bajar el colesterol malo. Pero el estudio, financiado por el mismo laboratorio que produce el fármaco, indicó que podría ser también útil para las personas que tienen alterados los niveles de la proteína C reactiva ultrasensible, aunque sus niveles de colesterol malo aún sean normales. En el ensayo clínico, que fue publicado en la revista New England Journal of Medicine participaron 18.000 voluntarios mayores de 50 años, contó Alberto Lorenzatti, uno de los coautores del trabajo. "El fármaco produjo una reducción del 30% de los eventos cardiovasculares", según el cardiólogo Néstor Vita. Sin embargo, los expertos resaltaron también que la actividad física y evitar tanto el estrés y el tabaco, como los alimentos con alto contenido de grasa saturada son medidas para combatir los males cardiovasculares.