P
roductores del sur entrerriano, pertenecientes a las zonas de humedales, en el departamento Islas, siguieron las alternativas de una charla técnica con miras a la creación de un frigorífico de carne orgánica. “Es un proyecto adecuado, interesante pero que deberá apuntar a que se sortee la actitud individualista que solemos tener los productores argentinos porque hay que trabajar en conjunto. Las condiciones están dadas, el método de producción, tanto como las pasturas naturales hacen que podamos pensar en producir carne orgánica”, evaluó la productora y veterinaria Rita Fernández, luego de escuchar las disertaciones técnicas que se desarrollaron en Villa Paranacito. El proyecto surge de la confluencia de voluntades diversas. Los municipios de Paranacito, Ibicuy y Ceibas vienen trabajando con organismos nacionales, como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), docentes de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), la certificadora Food Safety, de licencia internacional, entre otros sectores convocados por la Secretaría de la Producción de Entre Ríos. La finalidad es darle un perfil de producción orgánica al sur provincial, tanto de carne como de miel. En ese marco, el viernes último se desarrollaron conferencias técnicas para ilustrar sobre las posibilidades de mercado que encuentran los productos orgánicos, el método de trabajo y el control y seguimiento de la trazabilidad de los productos. Roberto Luján, un ganadero de Islas, también se mostró entusiasmado con la idea. “Me pareció buena la charla. Creo que es un gran proyecto. El tema a resolver adecuadamente es cómo trabajar rodeados de tanta agua, para que no haya riesgos una vez que terminemos los animales. De cualquier manera, quedó expresado que se pueden sortear posibles inconvenientes trabajando alternadamente con suelo firme que también hay en el departamento. Lo importante, además, será contar con un frigorífico”. La demanda de los países centrales De hecho, la creación del frigorífico se ha proyectado en el marco del Fondo para el Desarrollo Provincial. Según los técnicos de Food Safety –organismo que avala la calidad para carnes con destino a Estados Unidos, Europa, Japón, controlado por Senasa y los organismos públicos de los citados países–, la posibilidad de contar con un lugar propio para la faena evitará “el cuello de botella” de la producción que se origina cuando se depende de grupos concentrados externos, que “suelen quedarse con el fruto económico de la calidad diferenciada”, según expresó el titular de la firma, Roberto Rapela. Hay países, como Suecia y Noruega, donde los padres de familia están obligados a dar a sus hijos de hasta siete años de edad alimentos orgánicos, libres de cualquier organismo genéticamente modificado y sin presencia de químicos convencionales, se ejemplificó. A esos mercados apunta la producción orgánica, según se les explicó a los productores. Hubo un diálogo intenso entre técnicos y productores entrerrianos, quienes siguieron la instancia de la charla por casi cuatro horas. No faltaron preguntas sobre ganadería orgánica ni sobre apicultura de igual calidad. Las conferencias estuvieron a cargo de los ingenieros Federico Arenza y Lilian Camou, responsables del Departamento de Certificación de Food Safety y gerenta de marketing y responsable del área Apícola de la misma certificadora, respectivamente. Por el gobierno entrerriano, acompañando al secretario de la Producción, Roberto Schunk, estuvieron el director general de Ganadería y Avicultura, Edgardo Churruarín, y la coordinadora de Proyecto de Desarrollo Apícola, Noemí Altamirano. Schunk destacó que la intención es alcanzar que “todos los productos salgan con un sello de calidad Entre Ríos, en cuyo protocolo y legislación también se está trabajando”. En tanto, el doctor Rapela destacó que “el primer mundo está ávido de productos orgánicos” y en este momento la demanda supera la oferta. Proyecto estratégico El secretario de la Producción consideró como “proyecto estratégico” a la producción de carne y miel orgánicas, debido al crecimiento de los precios en forma sustancial respecto de los productos convencionales. “En el caso concreto de la miel los precios se incrementan entre un 15 y un 20%; estamos hablando sólo de venta con tambores, cuando en realidad nosotros vamos a intentar a través del Consejo Provincial Apícola de buscar elementos para agregarle valor, para encontrar nuevos mercados, que los hay”, indicó. El proyecto oficial prevé que todos los sectores productivos de Entre Ríos tengan se sello de calidad “en algunos casos, como el que nos estamos planteando en departamentos Islas: de carne orgánica y de miel orgánica, porque si lo logramos tenemos la mitad de las retenciones, no tenemos encaje y tenemos la posibilidad de anticipar una cuota Hilton a través de la cobertura de un frigorífico”, agregó Schunk. Por su parte, la intendenta de Villa Paranacito, Carmen Toller, que ofició de anfitriona del encuentro y que es una de las impulsoras del proyecto, destacó el alcance de la iniciativa y las expectativas que produce en la región sur de la provincia. “Nuestras carnes y nuestra miel son de una excelencia privilegiada y muy solicitada en mercados europeos y estadounidenses. Con los controles necesarios y la correspondiente garantía de calidad podremos obtener excelentes rindes, mano de obra isleña y mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad”, remató Toller.