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oncordia va camino de constituirse en la ciudad con más casos de dengue en Entre Ríos, desplazando de ese sitial a Gualeguaychú, que exhibe cinco casos. Ya son tres los confirmados, aunque hay otros tres casos probables más, que ya tienen un primer diagnóstico positivo del Laboratorio Provincial de Epidemiología. El dato no es nuevo: en 1916 Concordia fue el centro de la única epidemia registrada en el país, y al igual que en Paraná, desde hace una década se constató allí la presencia del mosquito que transmite la enfermedad, el aedes aegypti. En lo que va de 2009, y luego del brote epidémico que hubo en gran parte del país, en Entre Ríos ya suman 10 los casos confirmados: 5 en Gualeguychú, 3 en Concordia, 1 en Crespo, y 1 en Chajarí. Y se agregan otros 6 probables: 3 en Concordia, 2 en Paraná y 1 en Villa Elisa. Acciones El director de Epidemiología de la Provincia, Pablo Basso, dijo que para los próximos días se espera la confirmación de los tres casos hoy probables de dengue en Concordia, y que si así ocurriera, adelantó, esa ciudad ocuparía el primer lugar por cantidad de casos, relegando a Gualeguaychú. Basso señaló de igual modo que “la característica que presenta la enfermedad es la misma que en toda la provincia, esto es son casos aislados, se han bloqueados los que aparecen, y además no presenta muchos casos paralelos”. Al respecto, aseguró que “cuando tenemos un caso confirmado, buscamos en los alrededores otras personas que tengan características, que tengas sintomatología parecida a la del dengue, y ahí es donde logramos detectar algún que otro caso. Ese tipo de casos, que le llamamos paralelos, hemos encontrado muy pocos”, aseveró. Según el funcionario “eso quiere decir que estamos llegando a tiempo con el bloqueo”, y que “el sistema de vigilancia epidemiológica funciona y estamos detectando los casos de manera temprana, podemos hacer los bloqueos y evitamos los casos paralelos”. Aunque todavía los diagnósticos son prematuros y la información última respecto al comportamiento del dengue en los distintos puntos de Entre Ríos lo brindará un posterior estudio epidemiológico que habrá que hacerse, según opinó Basso. Preocupación La creciente aparición de casos de dengue en Concordia ya despertó la inquietud en la fronteriza Salto, en la República Oriental del Uruguay, donde la preocupación ha crecido a un nivel tal que las autoridades municipales no descartan recurrir a la Justicia en aquellos casos que vecinos se nieguen a colaborar con las tareas de limpieza en predios privados. Pero además, en Uruguay analizan ya la posibilidad de aplicar controles fronterizos para evitar la entrada del dengue a ese país, y para eso el lunes 27 habrá una reunión en la sede de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, en Concordia, de la que se espera que participe la ministra de Salud Pública del Uruguay, María Julia Muñoz, según publicó el diario El País, de Montevideo. Sin embargo, el director de Epidemiología de Entre Ríos restó importancia a los controles fronterizos que, dijo, “está probado que no sirven para la propagación de la enfermedad. Hasta ahora no se ha demostrado nada con esos controles, ni se ha logrado un freno”, sostuvo Pablo Basso. El mosquito que transmite el dengue, en realidad, está presente en Concordia desde hace más de una década, cuando un estudio epidemiológico lo detectó. Fue en 1997, y al año siguiente comenzó la búsqueda del aedes aegypti en Paraná, donde se lo consigue localizar en 2001. Un relevamiento posterior, en 2004, sobre 881 viviendas, permitió detectar que 246 resultaron positivas a la presencia del mosquito. Esta semana, sin embargo, el ministro de Salud y Acción Social, Ángel Giano, dijo que la aparición del dengue es consecuencia “del impacto que están teniendo en Argentina factores como el cambio climático, el calentamiento global, o la deforestación producto de las acciones del hombre contra la naturaleza”. Pero destacó que el accionar de los trabajadores de la salud en la Provincia, junto con los municipios y comunas permitió que “de las 272 localidades, sólo en 4 se han confirmado los 10 casos”. Las escuelas no reciben partidas para limpieza La seccional Gualeguaychú de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) lanzó un relevamiento sobre las condiciones en las que a diario dictan clases los maestros y en las cuales les toca aprender a los alumnos. El trabajo, a cargo de los docentes Eugenio Jacquemain y Raquel López, permitió conocer que el 59 % de los sanitarios de las escuelas están en mal estado; que el 18 % tiene problemas de cloacas, y el 59 %, inconvenientes con la provisión del agua. Además, el sondeo mostró que el estado general de los baños es considerado bueno en el 41 % de los casos; otro 35 % los consideró regular, y un 24 %, malo. En cuanto a los tanques de agua, hay una limpieza anual en el 53 % de las escuelas; en el 35 %, se lo hace de manera semestral; y en el 12 %, en forma regular. En ese esquema, y en medio del alerta de las autoridades sanitarias a raíz de la propagación de las denominadas emergentes, como el dengue, paradójicamente el Estado provincial no ha enviado en todo el año partidas para mantenimiento y limpieza de los edificios escolares. La denuncia la formuló Roque Santana, titular de la seccional Paraná de Agmer, quien además mostró su indignación por las “cifras escasas de dinero” que el Estado envía a las escuelas. Una escuela de tercera categoría, recibe 38 pesos por mes; una de segunda, 50 pesos; y una escuela de primera categoría, 75 pesos mensuales. “No sabemos por qué no hay fondos en las escuelas para limpieza, siendo que el primer caso de dengue en Paraná afectó a un ordenanza de la Escuela Bazán y Bustos. El no giro de las partidas no está ayudando en nada a controlar esa enfermedad”, aseguró. Ya van cinco meses sin esos fondos. “El mes pasado se saldó una deuda de cinco meses, de septiembre a diciembre de 2008, pero con la particularidad que por diciembre sólo se paga la mitad. En estos meses sin recursos, las escuelas deben endeudarse para seguir funcionando”, puntualizó. De todos modos, cuestionó la escasa cantidad de dinero que se remite a los establecimientos educativos. “No se condice el importe de la partida con el gasto que se genera en las escuelas”, argumentó.