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iez propuestas electorales encontrarían los entrerrianos en las urnas el 28 de junio, cuando concurran a votar para renovar cinco cargos de diputados nacionales. A diferencia de lo ocurrido en otros distritos, donde hasta última hora se aguardaban las presentaciones de listas, en la provincia el trámite se desarrolló con normalidad, y cualquier entrerriano podía comenzar a barajar nombres al mediodía cuando ya estaban cargadas ocho listas inscriptas en el sitio web del Poder Judicial de la Nación. Sin pretender agotar las lecturas, surgen de este proceso, iniciado el 13 de marzo cuando la Presidenta anunció el adelantamiento, algunas primeras conclusiones. El oficialismo logró cerrar una lista que impide fugas, fundamentalmente gracias a la presencia de la esposa de Jorge Busti, la diputada nacional Cristina Cremer. A la vez pone en juego el pellejo de Raúl Barrandeguy, un histórico del peronismo que conjuga su prestigio con la virtud de no involucrar directamente al gobierno provincial en su victoria, pero sobre todo en una eventual derrota. Sin exagerado fervor kirhcnerista, el paso del abogado paranaense por el Frente Grande por disidencias con el menemismo es hoy una virtud; y su desempeño como convencional lo ubica en un lugar que no admite cuestionamientos en cuanto a su capacidad intelectual. El tercer puesto de la lista del Frente Justicialista Entrerriano, con el intendente de Larroque Raúl Riganti, permite varias lecturas y el peronismo insiste en que se trata de un gesto hacia todos los intendentes. Pero en realidad, la única explicación que puede tener la propuesta de dejar a mitad de camino una gestión municipal, que es siempre una actitud cuestionada, es la necesidad de plantar frente a Atilio Benedetti a su último verdugo electoral. Riganti le ganó al empresario la elección en 2007 por el gobierno larroquense. Garantizada la unidad partidaria por la renovada cercanía de Busti y el gobernador Sergio Urribarri, el justicialismo puede darse “el lujo” de esas maniobras tácticas frente a una fortalecida lista radical luego de la caída del frente que iba a encabezar Luis Leissa. Otro dato insoslayable es el sesgo provincial de la campaña, impuesto fundamentalmente por Busti, que ya se insinúa en cada vez menos alusiones al gobierno nacional. Por su parte el radicalismo terminó conformando una alianza (Acuerdo Cívico y Social) que tiene una lista con preponderancia de referentes de la producción. Lo de Benedetti aparece como incuestionable, ya que ganó claramente la interna partidaria. Sin dudas el talón de Aquiles fue la designación de Hilma Ré, la representante de la Coalición Cívica, sostenida telefónicamente por Elisa Carrió desde Buenos Aires mientras sus referentes locales hablaban de la necesidad de fortalecer el federalismo a la hora de designar los candidatos. Mientras Jorge Daneri y otros dirigentes preferían a Estela De La Cruz de Zabal, Carrió designó a Ré contra viento y marea. En un arduo proceso, la conducción radical también resultó desacreditada cuando –antes del incidente Zabal versus Ré- el congreso partidario, a instancias de Benedetti, desconoció lo acordado anteriormente con el Partido Socialista, que finalmente irá solo a estos comicios. En el tercer lugar de la lista de la alianza UCR-Coalición Cívica aparece el titular de la entidad agropecuaria Farer, Jorge Chemez, a quien algunos radicales cuestionaban por no tener el aval de la Federación Agraria. Pero caído el apoyo de este sector al Encuentro Federal Entrerriano (EFE), Chemez aparece como uno de los posibles receptores de esos votos, que fundamentalmente intentarán castigar la política agropecuaria nacional. El EFE desistió de presentar listas argumentando “el perverso plan de adelantamiento de las elecciones” aunque sabido es que el desencadenante del desistimiento del ex intendente de Gualeguaychú Luis Leissa y del ruralista Atilio De Ángeli fue la decisión del titular de la Federación Agraria de Entre Ríos Alfredo De Ángeli de no participar en la campaña electoral. Esta situación, de bajarse de la contienda, con la alianza ya inscripta (Nuevo Espacio, Encuentro Amplio y Recrear) no registra antecedentes cercanos en la política provincial. El Partido Popular de la Reconstrucción, de corte nacional y vinculado en sus inicios al pensamiento del coronel Mohamed Alí Seineldin, presenta una lista encabezada por el conocido docente e historiador Ricardo Andrilli; en tanto que el Partido Unidad Federalista, heredero del Modín de Aldo Rico, lleva como primer candidato a Pablo Aldaz. Dentro del espectro del peronismo disidente, el ex senador nacional Héctor Maya cerró un acuerdo con la Democracia Cristiana, y representa en la provincia la continuidad electoral del armado electoral de Felipe Solá y Francisco De Narváez en Buenos Aires. Por otra parte Acción por la República y Propuesta Republicana formaron la alianza Unión PRO, a la que intentó sumarse Recrear luego del fracaso del EFE, pero sin éxito. Al cierre de la edición fue inscripta la lista de los candidatos del partido Viva Entre Ríos, que si bien mantuvo conversación con el EFE, no formó parte de la alianza en los papeles. La lista fue presentada con las candidaturas del ex senador nacional Augusto Alasino, seguido de la abogada concordiense Flavia Pascualini y el dirigente paranaense Aníbal Vergara. Su número será el 174. Tampoco figuraban inscriptos los candidatos del Frente Social y Popular Humanista y Comunista, aunque el apoderado del sector se aprestaba a realizar la inscripción de la lista compuesta por el abogado paranaense José Iparraguirre y las dirigentes del Partido Humanista Bernardita Zalisñak y Gladys Delgado en los principales lugares. (Fuente: Diario UNO)