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urante una congreso provincial que reunirá a unos 100 congresales en Cerrito, una localidad del departamento Paraná ubicada a 52 kilómetros de la capital provincial, el gremio buscará la forma de consensuar un plan de acción que satisfaga a todas las líneas internas y también que enfoque la mirada no sólo en el reclamo salarial, sino en la realidad presupuestaria de las escuelas y el afligente panorama de la infraestructura y la falta de recursos para mantenimiento. “Hay distintas miradas sobre el conflicto. Cada departamento irá al congreso con su propia evaluación. En general, se ha mantenido una cierta fuerza de la lucha, que nosotros entendemos que hay que profundizar. Pero usando las mejores estrategias. Hay sectores que impulsan nuevos paros, otros que piden medidas alternativas, y otros compañeros están muy preocupados por los descuentos salvajes que aplica el Gobierno”, dijo Luis Fernández, secretario de Prensa de Agmer. El dirigente planteó que en la balanza del conflicto, que arrancó con el ciclo lectivo, en marzo último, hay que poner todos los elementos: no sólo salarios, sino también presupuesto, infraestructura y condiciones laborales en las escuelas. “Hoy sabemos que el Consejo de Educación, por ejemplo, no cuenta con papelería para distribuir en la provincia, y las escuelas no tienen libros de registro de asistencia”, alertó. De todos modos, en la superficie está, primero, la demanda de aumento salarial. A partir del 1º de marzo pasado, el Gobierno otorgó a los docentes un leve incremento que supuso para el cargo testigo, el maestro de grado sin antigüedad, pasar de 1.445 a 1.490 pesos, lejos de los 500 pesos que Agmer pidió que se incorporaran al básico. En medio de esa disputa, el sindicato inició un plan de lucha que incluyó, hasta ahora, cinco días de paro. Frente a las huelgas, el Poder Ejecutivo respondió aplicando descuentos por los días no trabajados.