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esde el 2008, a través de un celular, ese contacto se convirtió en un poderoso mercado de fantasías capaz de facturar sólo en la Argentina alrededor de 100 millones de pesos por año. Es fácil: basta elegir a la famosa con el ratoneo más conveniente, llevar la mano hasta el bolsillo, sujetar con dedos firmes el celular y enviar el “keyword” con las siglas y el número específico. Por unos módicos cuatro pesos promedio, la famosa tan deseada vibrará con la pose sexy de turno allí donde uno se encuentre. El fenómeno de las descargas de contenidos móviles es un boom publicitario en medios gráficos y televisión. Famosas con escotes de todos los tamaños –como las pioneras Luciana Salazar y Silvina Luna– comenzaron a acercarse al negocio recién entre el 2003 y el 2004. Hoy, chicas como Belén Francese, María del Luján Telpuk o Jesica Cirio piden por sí mismas subirse a un negocio que apunta directamente a las fantasías sexuales de casi 40 millones de usuarios de teléfonos celulares. Para tener éxito, sólo necesitan saber cómo sumarles a las publicidades convencionales cada segundo propio de aire en televisión y cada centímetro de carne impreso en las revistas o marquesinas de los teatros. “Las empresas productoras de contenidos son pocas y el tipo de contenido se fue adaptando a un público cada vez más exigente: a mayor nivel de calidad en los teléfonos, mejoran la calidad de los videos, imágenes y sonidos descargados, lo cual también comenzó a hacerlo atractivo para las famosas”, explican Juan Francisco Di Nucci y Tomás Cohen, que desde Unlimited Distribution comparten el podio de la producción de contenidos de famosas con empresas como Playboy. (Fuente: Revista Noticias)