E
l cálculo fue realizado sobre la base de la superficie cosechada, porque si se considera el área total implantada los rendimientos son más bajos todavía. Con releación a la próxima campaña de granos finos, en materia de trigo hay una gran incertidumbre y aún no se sabe cuánto se sembrará. La sequía fue letal. Y, como se esperaba, los rendimientos de la soja, tanto de primera como de segunda, alcanzados hasta el momento están muy lejos de los promedios provinciales. Un trabajo de los técnicos del Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), realizado sobre la base de los datos aportados por los profesionales integrantes de la Red de Colaboradores de esa institución, permitió establecer los rendimientos de la oleaginosa hasta el momento, cuando se lleva recolectado más del 80 % de la soja de primera y el 34 % de la de segunda. En Entre Ríos, en la última campaña, se sembraron 927.017 hectáreas con soja, de las cuales se perdieron 124.496, por lo que la superficie cosechable llega a 802.521 hectáreas. El porcentaje perdido, entonces, llega al 13,43 %. El avance de la trilla, hasta el momento, alcanza el 80,73 %, mientras el rendimiento promedio (sobre lo trillado) es de 1.100 kg/ha. El cálculo de los técnicos del Siber permite hablar, hasta ahora, de una producción de soja de primera de 712.720 toneladas. Con relación a la soja de segunda, el informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos indica que se sembraron 193.251 hectáreas, de las cuales se perdieron 22.607, por lo que la superficie cosechable llega a 170.644 hectáreas. El porcentaje perdido, en consecuencia, se eleva al 11,70 %. Hasta esta semana se habían trillado 58.012 hectáreas, es decir el 34 % del área cosechable, con un rendimiento promedio 1.341 kg/ha. Los técnicos del Siber, liderados por la ingeniera agrónoma Gladys Eguía, además, remarcaron en el informe que los rendimientos promedios son calculados sobre la base de la superficie cosechada. Señalan, sin embargo, que si en el cálculo se incluyera el total del área implantada —es decir, contabilizando las hectáreas perdidas— los rindes promedios serían aún más bajos: 950 kg/ha para la soja de primera y 1.190 kg/ha para la de segunda. Un chacarero de Paraná Campaña, cuando en noviembre pasado caminaba sobre la tierra partida de sus lotes, le había dicho a EL DIARIO RURAL que los rindes de la soja “van a ser para llorar”. No se equivocó. Mientras, cuando ya estamos en las puertas de la campaña de granos finos 2009/10, en Entre Ríos sigue siendo una incógnita cuál será el área implantada con trigo, el principal cultivo de invierno, cuya época óptima de siembra en la provincia se extiende desde mediados de este mes a mediados de junio. Técnicos y productores, en este sentido, remarcan que “reina una gran incertidumbre” sobre lo que finalmente sucederá con el cereal, y coinciden en subrayar que el ciclo 2009/10 será el “peor” de los últimos años; algunos, incluso, se animan a arriesgar que será la campaña más pobre en décadas. Varios son los factores que, a priori, presagian un año negro para el trigo: falta de cotización a futuro, valores de los arrendamientos, precios de los insumos (fertilizantes, sobre todo), costos de producción, decisiones políticas, bajos rendimientos en la campaña anterior como consecuencia de la sequía, desfinanciamiento de los productores debido a la disminución de la productividad de los otros cultivos, y crédito escaso, entre otros. En este marco, entonces, algunos especialistas del sector señalan que sólo sembrarán aquellos que tienen incorporado al trigo dentro de la rotación, con el objetivo de aportar un mayor volumen de materia orgánica al suelo; y los que produzcan en campo propio, o hayan concertado el tema del arrendamiento, utilizando semilla propia, con una tecnología media-baja que le permita tener a cosecha algunos quintales de rentabilidad ya que es por todos conocidos lo necesario que es el ingreso de dinero en diciembre. (El Diario)