P
ersonal de la Policía Federal dependiente de la Delegación Uruguay, cuyo titular es el comisario José María Cantero, conjuntamente con Interpol y la colaboración de la Unidad Especial para Búsqueda de Personas del Ministerio de Justicia, detuvo ayer al coronel Carlos Alberto Taffarel, acusado de violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. Fue durante un sorpresivo operativo efectuado luego de una intensa tarea investigativa, que contempló seguimientos, rastreos de llamadas y control de líneas telefónicas. El militar, que tenía pedido de captura internacional y estaba prófugo desde 2003 a partir del inicio de una causa en Bahía Blanca, fue localizado ayer oculto en una estancia de Larroque, Departamento Gualeguaychú. Taffarel, integró el Destacamento de Inteligencia 181 al que pertenecía el fallecido suboficial Santiago Cruciani, quien es el único interrogador identificado de la llamada Escuelita, donde cumplió funciones entre el 76 y 1980 con la jerarquía de teniente primero, ascendiendo posteriormente a capitán. El pedido de captura internacional por delitos de lesa humanidad se ordenó por el Juzgado Federal Nº 1 de la ciudad de Bahía Blanca, a cargo del juez Alcindo Álvarez Canale. Según se pudo establecer, el procedimiento se inició en las últimas horas de ayer en la estancia San Barnardo ubicada en las afueras de Larroque, luego de un trabajo de inteligencia conjunto entre la Brigada de la Delegación Uruguay de la Policía Federal y efectivos de Interpol. El represor fue llevado a la dependencia policial en las primeras horas de la noche, desde donde sería derivado para ser alojado a disposición del juzgado Federal competente y finalmente derivado a Buenos Aires, con la documentación ligada a la causa que fuera secuestrada en el lugar del procedimiento. El represor será sometido al primer juicio oral y público por crímenes de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca, por lo que deberá esperar ser trasladado a esa ciudad del sur de Buenos Aires.