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na adolescente de 13 años y 27 kilos de peso fue internada en el hospital Vera Barros de la ciudad de La Rioja con un cuadro de desnutrición severa que pone en riesgo de vida, informaron fuentes médicas a Críticadigital. Alejandra Moreno, titular del servicio de Adolescencia del hospital ratificó que el caso de la niña fue detectado por “un grupo de profesionales que trabaja en el área operativa del barrio La Cañada en un Centro de Atención Primaria, cuando agentes sanitarios que recorren los distintos hogares de la zona ubicaron la casa y se percataron del problema”. Actualmente la médica le confió a este medio que la niña esta internada, desde hace 72 horas, en el Servicio de Pediatría y “se le están practicando todos los estudios pertinentes, así como la recuperación nutricional" y manifestó "que dentro de todo su estado de desnutrición crónica esta compensada”. La chica recibe la administración de alimentos adecuados y variados, “en proteínas carbohidratos, líquidos en forma progresiva y ricos en calorías”, remarcó Moreno. La joven es oriunda de Bolivia, y hace dos años que vive en la capital riojana junto a sus padres que que trabajan en una finca y sólo hablan quechua. Sus dos hermanas se dedican a las actividades domésticas. En estos momentos la niña “puede hablar tranquilamente”, pero debido a que pertenece a otra cultura, “es tímida y se esta adaptando” al lugar, explica la profesional, quién además confirmó que “estamos investigando y dándonos el tiempo para arribar a un diagnóstico". "Será tratada desde el punto de vista social y una investigación nos llevará con el por qué de la situación”, aclaró y explicó que entre las posibilidades están las carencias económicas, o bien que la enferma esté cursando algún problema mental que haga que no quiera comer- como anorexia o algún tipo de psicosis-, o enfermedades de base crónica. Una vez recuperada, la niña deberá continuar con los controles ambulatorios llevados adelante por el Servicio de Adolescencia del que Alejandra Moreno es la titular, en forma interdisciplinaria y retomará sus actividades habituales, como por ejemplo la escuela ya que cursa el noveno año de la Enseñanza General Básica en una escuela de esta capital, con buen rendimiento. Antecedentes que preocupan La joven ya había sido internada, su primera hospitalización fue a principios de abril con un caso sospechoso de anorexia. En ese momento la paciente estaba "descompensada, no podía ni hablar", pero se recuperó y le dieron el alta, señaló Moreno. Sin embargo, aunque "se les explicó a los padres el tratamiento a seguir, cómo tenía que comer" y debía volver a control "tres veces por semana" la niña no apareció ya que su familia no la llevaba y "lo poco que comía lo gastaba en caminar muchos kilómetros a la escuela", por lo cual "volvió a bajar el peso que había recuperado", aseguro la médica.