�
��Inadmisible”, “grave”, “desidia” y otras tantas palabras le brotan de su boca al intendente de Victoria, César Garcilazo, cuando habla de la demora en la finalización de las obras complementarias del enlace vial que une esa ciudad con la santafesina Rosario. Palabras o mejor dicho unos cuántos descalificativos que tiene para con la empresa CCI Construcciones, a cargo de la concesión de esos trabajos. Su enojo se debe a la falta de respuesta e inacción, según denunció, de la Dirección Nacional de Vialidad (DVN), que no carga contra la empresa para exigirle la pronta finalización de esos trabajos o bien quitarle la concesión. Las obras complementarias debían haberse inaugurado en febrero de 2006. La empresa a cargo de esos trabajos, —según comentó el intendente—ya cuenta con antecedentes de contratos rescindidos por incumplimientos, como fue el de la ruta nacional 2. En Victoria, se trata de una obra de 8 kilómetros que, de acuerdo al pliego de licitación, tenía un plazo de finalización de 24 meses, pero todavía están inconclusas. El jefe comunal no oculta ni calla su preocupación y responsabiliza no sólo a la concesionaria sino también a la DNV y a la Dirección Provincial de Vialidad, por no quitarle la concesión o “despreocuparse de la situación”. “Ya no sé que más hacer para que la empresa termine con las obras complementarias. Creo que mi próximo paso será encadenarme cerca del despacho de (Julio) De Vido (Ministro de Planificación de la Nación) para que nos dé una solución”, dijo a el jefe comunal victoriense. Por el incumplimiento, desde la Municipalidad se le exige a Vialidad Nacional que se le rescinda el contrato a la concesionaria, tal como se hizo (con la misma empresa) cuando tenía a su cargo la construcción de la ruta nacional 2. Críticas Para Victoria, las obras complementarias del enlace vial Victoria-Rosario son prioritarias porque se descomprimiría el tránsito de la vieja circunvalación de la ciudad y dejarían pasar por esa zona (actualmente casi urbana) unos 140 camiones con productos tóxicos que casi a diario circulan por esa carretera. Además de las demoras, el intendente confesó su temor que la empresa en cualquier momento presente quiebra y se vaya sin terminar las obras. “Ellos (por los empresarios a cargo) tiene problemas financieros, según nos dijeron. Por eso, nosotros pedimos que se les rescinda el contrato, porque nos parece una exageración el tiempo que les está llevando la construcción de 8 kilómetros. A este ritmo, los pocos kilómetros que aún faltan, les demandará unos tres años más para terminar”, calculó Garcilazo. La empresa, no sólo está incumpliendo con los plazos previstos sino también con los pagos a los obreros, a quienes les está debiendo tres quincenas. “No es una obra compleja y, los 24 meses que se le concedió en el contrato fueron más que suficientes. No sé que más hacer, creo que además de enojarme deberé encadenarme cerca de De Vido”, dijo Garcilazo. Las obras complementarias, son parte de la vinculación del viaducto Victoria-Rosario y por eso, debían cumplimentarse trabajos en el acceso sur de la ciudad sobre la ruta 26 (Nogoyá) y desde ahí hacia la ruta nacional 14 y en el norte, las obras debían hacerse en la provincia ruta 11, que une la Ciudad de las siete Colinas con Paraná. “Cuando esta obras esté terminada, que espero que no sea dentro de tres años, los vehículos y sobre todo los camiones dejarán de transitar por la circunvalación vieja, que prácticamente es una zona urbanizada”, acotó. Cinco años Con los mismos calificativos, Garcilazo dijo que “los cinco años son una burla para el bolsillo de los contribuyentes. Espero que se termine ahora mismo con la rescisión del contrato”. Luego de un fin de semana de intenso tráfico por la ciudad que concluyó con el paso por el puente de 38.000 vehículos, es urgente la conclusión de las obras”, aseveró. “Por estas rutas, hay mucho transito vehículos livianos, de transporte de pasajeros y transporte pesado que demanda la obra proyectada, por lo que es necesario que se concluya con la traza y la iluminación, que es lo que todos los victorienses estamos esperando”, acotó. Aunque también molesto por “no recibir respuestas de Vialidad Nacional”, el intendente dijo estar “casi seguro que no hay atraso de parte de Vialidad Nacional en los pagos correspondientes a la empresa constructora”, y recordó que el último plazo que se le había dado a la firma para concluir con las obras se cumplió el 31 de marzo, por lo que espera que “ahora mismo se tramite la rescisión del contrato”. (Fuente: El Diario)