S
egún las versiones, el hombre recibió a su nieto, Sebastián Antonio González y lo acostó, dejándolo dormir con la idea de que se levante apenas se empiecen a desvanecer los efluvios alcohólicos. Pero grande fue la sorpresa cuando el hombre, al ver que su nieto no se levantaba, intentó despertarlo, pero advirtió que estaba sin vida. Inmediatamente se comunicó con las autoridades policiales, quienes dieron cuenta de la novedad a la Justicia y el cadáver fue analizado por el médico de Policía para finalmente trasladarse el cadáver a la morgue del Hospital Santa Rosa. En ese lugar y luego de los exámenes médicos de rigor se estableció que la muerte se habría producido por asfixia por broncoaspiración. Extraoficialmente se supone que al quedar dormido boca arriba y totalmente inconsciente, pudo vomitar, ahogándose con sus propios líquidos. (El Diario).-