I
nvestigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) lograron obtener anticuerpos específicos que permiten neutralizar la actividad hemorrágica del veneno de yarará, resultado que sienta un avance para la preparación de nuevas formulaciones dirigidas a la terapia antiofídica. El envenenamiento por serpientes del género Bothrops es una causa frecuente de accidentes en varias regiones de nuestro país. En el noreste argentino, una de las principales especies involucrada es Bothrops alternatus, yarará grande o de la cruz, cuyo veneno causa trastornos de la coagulación, daños de diversos tejidos y hemorragia. La neutralización de la hemorragia, es hacia adonde apuntó la investigación de los profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura y de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE. En trabajos previos, el grupo había aislado y caracterizado bioquímicamente una enzima metaloproteinasa de este veneno, denominada baltergina, con importante actividad hemorrágica en ratones, tanto a nivel local como sistémico, entre otras. En este trabajo, se demostró que anticuerpos específicos dirigidos contra esta hemorragina particular (baltergina) fueron capaces de neutralizar la actividad hemorrágica total del veneno entero de Bothrops alternatus, explicó Claudia Gay, autora del trabajo junto Silvana Maruñak, Juan Pablo Rodriguez, y la dirección de Laura Leiva y Ofelia Acosta. Se comprobó que 252 microgramos de anticuerpos fue la menor cantidad necesaria para neutralizar 7,2 microgramos de veneno entero, lo que hace a una relación de anticuerpo - veneno de 35 a 1. De esta manera, se concluyó que baltergina fue capaz de generar anticuerpos efectivos contra todas las metaloproteinasas presentes en el veneno, anulando completamente la actividad hemorrágica del mismo. Dicho de otra forma, evita que el veneno afecte de manera directa la sangre provocando otras complicaciones. Según los investigadores, estos resultados sientan las bases para nuevas formulaciones dirigidas a la terapia antiofídica, consistentes en mezclas de anticuerpos contra toxinas específicas, responsables de la toxicidad del veneno. “La importancia radica en neutralizar o inhibir los principales efectos que producen las mordeduras de yarará”, señaló Gay respecto a la continuidad de la línea de investigación del grupo. Hace años este grupo interdisciplinario Bioquímico-Veterinario está abocado al estudio de los venenos de serpientes de la región, a través de la caracterización farmacológica y bioquímica tanto del veneno entero como de sus componentes aislados, con el objeto de ampliar el conocimiento sobre los mecanismos involucrados en la intoxicación ofídica y contribuir así, en el área de la salud, a la optimización del tratamiento de este accidente. (Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir)