E
sta es la teoría que defiende el matemático James Murray, que asegura que con un simple modelo matemático elaborado junto a colegas de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha podido predecir tasas de divorcio con una precisión del 94 por ciento. Murray, que pronunció una conferencia en la Royal Society de Londres, explicó que estudiaron el caso de 700 parejas recién casadas, a las que grabaron mientras hablaban sobre un tema controvertido -dinero, sexo o familia política- y a las que pusieron nota en cada una de sus intervenciones. Las puntuaciones positivas fueron para las expresiones de humor y de afecto, mientras que se puntuó de manera negativa las actitudes de enfado y desprecio o ponerse a la defensiva. Murray y su equipo emplearon esas puntuaciones, junto al modelo matemático que elaboraron, para identificar los distintos tipos de parejas y predecir sus posibilidades de supervivencia. Posteriormente se hizo un seguimiento de los matrimonios, en intervalos de 1 o 2 años durante un total de 12 años, y pudieron confirmar la "asombrosa exactitud" del modelo de predicción. "Lo que me dejó pasmado fue que una discusión, a veces subida de tono y muy emocional, se pudiera encapsular de manera tan sencilla y tan útil en lo que se ha convertido en un simple modelo matemático sobre la interacción en las parejas", explicó el matemático. Murray aclaró que "no dijimos a ninguna pareja cuál era la predicción del modelo". En cuanto a los tumores cerebrales, este profesor de Oxford y de la Universidad de Washington (EEUU) explicó que se centraron en los tumores de evolución rápida (alto grado) y argumentó que "son mucho más predecibles de lo que hasta ahora se consideraba". El equipo dirigido por Murray elaboró una línea de trabajo a partir de la cual una simple resonancia magnética y un modelo matemático "extremadamente básico" pueden ayudar a los médicos a intervenir a un paciente o a descartar una intervención quirúrgica. "El problema con la tecnología de los escáner actuales es que no es lo suficientemente precisa para mostrar cómo se comportan las células de estos cánceres altamente invasivos, mientras que un modelo matemático sí puede hacerlo", manifestó. "Lamentablemente, las predicciones que introdujimos en nuestro modelo provinieron de individuos a los que se les realizó una autopsia, lo que permitió mostrar la evolución espacial del mal", añadió Murray, cuyo modelo también puede predecir la esperanza de vida de los pacientes aquejados por este tipo de tumores. La ventaja principal, consideró el responsable de la investigación, es que el modelo ayudará a los médicos y a los pacientes a decidir sobre el mejor tratamiento posible -intervención quirúrgica, quimioterapia, radioterapia o ausencia de intervención- y a evitar dar palos de ciego a la hora de afrontar el problema.