L
a decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, de levantar las restricciones al uso de fondos federales para investigar con células madre embrionarias generó reacciones inmediatas y dispares. Los científicos salieron a respaldar la medida, pero el Vaticano adelantó su rechazo y preocupación por las consecuencias que podría tener. L´Osservatore Romano, diario de la Santa Sede, reiteró la importancia de velar por la dignidad de la persona en todas las fases de su existencia. "Sobre este pensamiento se basa una democracia real, capaz de reconocer la igualdad de todos los hombres e impedir cualquier discriminación injusta basada en su desarrollo o en sus condiciones de salud", sostuvo el vespertino. En un artículo encargado al director del Centro de Bioética de la Universidad Católica de Roma, Adriano Pessina, que aparecerá en la edición de mañana, pero que fue adelantado este lunes a los medios, el diario de la Santa Sede subraya que al embrión hay que llamarlo "desde el principio" lo que es, "persona". También el cardenal de Filadelfia, Justin Rigali, se refirió a la medida adoptada por el presidente estadounidense como una "triste victoria de la política sobre la ciencia y la ética". El presidente emérito de la Pontificia Academia para la Vida, monseñor Elio Sgreccia, dijo por su parte que la decisión de Obama es de "una gran gravedad" y fue adoptada "por motivos políticos e intereses económicos". Desde una posición totalmente diferente, los científicos recibieron con júbilo la noticia. Una de las primeras en hablar fue, también desde Italia, la Premio Nobel de Medicina y senadora vitalicia Rita Levi Montalcini. Afirmó que la decisión de Obama es de "gran importancia para el futuro de la humanidad". Los que enfatizaron los beneficios de la decisión fueron los investigadores con células madre embrionarias de la Universidad de Miami (UM). Dijeron que era "un gran avance en el tratamiento de enfermedades". En una conferencia conjunta con otros científicos de la Institución, Dalton Dietrich, líder del Proyecto Miami para la Cura de Parálisis, recordó al actor Christopher Reeve –protagonista de Superman- y dijo que "estaría muy contento con este anuncio", ya que lucho por la investigación con células madre luego de quedar paralítico al caer de un caballo. "Ahora seremos capaces de hacerlo y de resolver estos problemas", agregó. "A partir de ahora seremos científicamente más libres para observar diferentes tipos de células y comparar unas con otras, o sea que las oportunidades científicas son mucho mayores", destacó el doctor Joshua Hare, del Instituto Interdisciplinario de células madre de la UM. Según los científicos, las células madre embrionarias tienen un potencial enorme para curar o tratar enfermedades dado que podrían reemplazar células dañadas o enfermas y permitir la reconstitución de tejidos o de órganos. Sin embargo, estas investigaciones son controvertidas porque hay que destruir embriones humanos para extraer células pluripotentes embrionarias, algo que especialmente grupos religiosos consideran como un homicidio. Los embriones utilizados son blastocitos supernumerarios dejados por las parejas en las clínicas donde se practicaron una fecundación in vitro. "No estamos matando a una persona. Eso es un concepto religioso, ni siquiera legal", dijo el doctor Raúl de Velasco, del departamento de Etica de la Escuela de Medicina Miller de la UM."Los embriones que quedan sin utilizar en una fertilización in vitro se desechan, y no se considera que se esté tirando a la basura una vida humana", afirmó.