E
n momentos en que el sector papelero atraviesa un prolongado bache agravado por la crisis económica global, la española Ence negocia con cuatro grupos internacionales la viabilidad de uno de sus proyectos más ambiciosos, la planta uruguaya de Punta Pereira. Si no logra encontrar un socio, Ence podría verse empujado a desprenderse íntegramente del proyecto o a suspenderlo hasta que el temporal escampe, ya que los posibles postores también están atormentados por deudas y con sus balances mermados por la desaceleración del sector. Incorporar un socio en Uruguay situaría a Ence en una posición más relajada para encarar su plan estratégico, alejaría los fantasmas de una ampliación de capital y lanzaría definitivamente un proyecto complicado desde su origen y considerado estratégico para el futuro de la compañía. "Se está negociando con cuatro grupos internacionales europeos y americanos", dijo a Reuters una fuente cercana a la negociación. A finales de enero, Ence -con deudas por €1.000 millones- reconoció que seis grupos habían mostrado interés en unirse al proyecto. Si las negociaciones resultan infructuosas, algunos analistas señalan que sería preferible que la compañía postergue la construcción de la planta, de un millón de toneladas de capacidad, antes de realizar inversiones en solitario. Una portavoz de Ence dijo a Reuters en enero que la española quiere mantener el control en Punta Pereira, en el sudoeste uruguayo. Por lo tanto, el escenario central de las negociaciones, según los expertos, sería la venta del 49% y desarrollar el proyecto compartiendo las inversiones, cuyo total previsto supera los 1.200 millones de euros. Hasta la fecha, Ence ha desembolsó unos 250 millones en Uruguay (para 170.000 hectáreas de terreno y permisos medioambientales y de construcción, entre otros ítems) y los analistas destacan que sería favorable para el grupo que el potencial socio aportara parte de esta inversión. Posibles interesados Las papeleras consideran atractivo invertir en mercados emergentes como Latinoamérica -donde el tiempo de explotación de las plantaciones de eucalipto es cuatro veces inferior al de los bosques del norte de Europa- porque abarataría los costos y compensaría las restricciones que presenta en casa el suministro de madera. "Todas las compañías europeas quieren estar ahora mismo en Sudamérica, donde los costos son comparativamente mucho más baratos. La clave es tener más reserva forestal junto con producción local", señaló Luis Navia, analista de Espirito Santo. Expertos consultados por Reuters señalaron que la lusa Portucel , y las finlandesas Stora Enso y UPM son los grupos del sector en Europa con más opciones para asociarse con Ence en Uruguay. Fuente: Reuters