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�ste estudio surgió a raíz de la presencia de dicho ácido en analíticas de gente que llevaba mucho tiempo sin tomarla. También se encontró en mayores cantidades en personas vegetarianas, por lo que se pensó que podría formar parte de algún vegetal presente en la dieta pero, tras suministrar ácido benzoico a varios voluntarios observaron que seguía existiendo ácido acetilsalicílico por lo que se descartó el que la dieta vegetariana fuese la causante de la presencia del ácido. El equipo de científicos concluyó que el cuerpo humano en determinadas situaciones puede actuar como una central biofarmaceútica generando esta sustancia para compensar una situación específica. Quien sabe, quizás en un futuro nosotros mismos podamos generar nuestra propia “medicina”