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��Si Juan y María toman tres vasos de Fernet-Cola cada uno, sólo Juan logrará pasar con éxito el test de alcoholemia.” No se trata de una arbitrariedad sexista sino de la campaña informativa de la Federación de la Industria Licorera Argentina (FILA), donde se precisa que si dos personas toman la misma cantidad de bebida de igual graduación alcohólica, naturalmente la de menor peso se verá más afectada. Con el objetivo de concientizar sobre todo al público joven, la FILA se instaló este verano en la costa atlántica para hacer controles de alcoholemia no punitivos y explicar el límite permitido de cada bebida, según el peso y el género de quien la toma. “Estamos entregando folletos a los conductores en los peajes de la ruta 2 a Mar del Plata y en otros que van a Pinamar. Queremos que sepan cuánto pueden tomar”, dijo a Crítica de la Argentina Guillermo Padilla, presidente de la federación, quien repasó que quienes acceden a hacerse el test privado manifiestan su temor de ser sancionados por el resultado: “Sólo lo hacemos para que cada uno identifique su propia medida”, explicó. Y aunque aconseja no conducir si se bebe alcohol, la propuesta de la campaña consiste en advertir que, en muchas provincias argentinas, la ley permite hasta 0,50 gramos de alcohol en sangre para poder manejar. El folleto que reparten refleja una tabla de alcoholemia en la cual se indica, por ejemplo, que un daikiri no repercute del mismo modo en una mujer que pesa 55 kilos –a quien el test le daría 0,54– y un hombre del mismo peso –a quien le daría 0,42–, cuya masa corporal consigue mayor resistencia. “Esto sucede porque, en las mujeres, la bebida pasa más rápido a la sangre. Lo mejor es comer lo suficiente antes de beber para que varíe la concentración alcohólica, pero la cantidad de alcohol ingerida no disminuye”, señaló Padilla. En el caso de quienes tomen un vaso de vodka mezclado con una bebida energizante, sólo superarán el valor permitido aquellas mujeres que pesan alrededor de 45 kilos, mientras que las que superan los 75 kilos pueden tomar casi un vaso más para alcanzar el mismo nivel de alcohol en sangre. Los volantes también incluyen algunos consejos y advertencias: “Las bebidas alcohólicas no aumentan el rendimiento sexual”; “El exceso de consumo va a disminuir la capacidad de reacción y produce falta de coordinación motriz”; “Durante el embarazo no deben consumirse bebidas alcohólicas porque pueden producir lesiones definitivas al feto”, entre otras recomendaciones. Otro dato relevante del informe determina la duración del efecto del alcohol en el cuerpo: “El máximo impacto en el organismo se produce entre una hora y una hora y media después de haberlo ingerido”, describe el texto. “Queremos generar conciencia. Buscamos tener muchos consumidores que tomen poca cantidad y no pocos pero alcohólicos. Es lo mejor para todos”, concluyó el empresario. (Fuente: Crítica)