J
orge Fritzler discutía en la mesa de un bar con José Gómez sobre cómo presentar la protesta en los medios. Eran los días previos al intento de bloqueo en Colón. "No sé si deberíamos salir hoy en televisión", dudaba Fritzler, uno de los referentes más mediáticos de la Asamblea de Gualeguaychú. Gómez le dio un consejo: "No podemos darnos el lujo de dejar ese espacio libre". Al final, lo convenció: esa noche Fritzler fue a un canal porteño a ratificar las amenazas ambientalistas. Fritzler es comerciante mayorista de fiambres y lácteos, y una de las voces más duras de la asamblea. Gómez es alambrador, y fue coordinador del grupo hasta hace 4 meses. Juntos encabezan la Comisión de Acción, la reducida tropa que toma las decisiones. Organizan las protestas y las difunden: tienen "votos de confianza" para hacer acciones cómo y cuándo quieran. Su papel es preponderante, pero no son los únicos con lugares clave. Hay al menos una decena de vecinos que son considerados "la voz" del grupo. Algunos llegaron a ese lugar por sus dotes comunicacionales. Otros, por ser inflexibles. Juan Veronesi es un caso. Es docente y hoy reparte el tiempo entre la apicultura, la asamblea y Pueblo Belgrano, donde es legislador opositor y comerciante. Tiene un discurso duro, sobre todo contra los medios nacionales. Gustavo Rivollier, en cambio, mantiene bajo perfil, pero con un rol central: es el tesorero de la ONG de los asambleístas. Maneja la comisión de merchandising, que llegó a un acuerdo con el municipio para vender remeras y souvenirs, y participar en el Carnaval local. Rivollier es moderado. Habla de levantar el corte de Arroyo Verde y no participó en el intento de bloqueo en Colón. Hoy coordinan la asamblea tres personas: Ricardo Marchesini, Ana Acosta y Juan Carlos Quinteros. Susana Padini es, desde hace años, la secretaria administrativa. Marchesini es empleado en una fábrica y comulga con el sector duro. Quinteros es secretario de Pymes de la Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú y se encarga de equilibrar posiciones dentro de la asamblea. Acosta hace tiempo que no va a las reuniones. Formaba un grupo duro de mujeres que se enfrentó con Fritzler y perdió protagonismo. A ella se la relacionaba con sectores militantes del Partido Comunista Revolucionario, la fuerza en la que milita Juan Ferrari, el líder de la Federación Agraria local. A Fritzler se lo conectó políticamente, en otros tiempos, con Héctor Maya, ex senador menemista. Fritzler lo niega: "Es un invento de los medios". El que sí tuvo relación con Maya fue otro duro: José Pouler. Dueño de una pizzería, su mujer fue candidata a concejala en una lista de la fuerza del ex legislador. Otros protagonistas de la política local van y vienen dentro de la asamblea: Luis Leissa, ex intendente y senador del PJ, y Osvaldo Moussou, ex candidato a intendente por la UCR, son sólo los más conocidos. El resto de los protagonistas del grupo pertenecen a "cuadros técnicos". Está el equipo de salud, encabezado por el médico Martín Alazard; el equipo químico, que lidera Carlos Goldaracena; el equipo económico, a cargo de Pablo Preisz, y el equipo legal, el más numeroso: allí están Fabián Moreno Navarro, Osvaldo Fernández - ex diputado de la UCR- y Ana Angelini, esposa de Oscar Bargas -un integrante activo de la asamblea-. Todos intentan acordar acciones en pos del interés más importante de la Asamblea Ciudadana: demostrar que Botnia contamina. (Fuente: La Nación)