U
na londinense está a punto de dar a luz al primer "bebé de diseño" del Reino Unido que, tras una técnica de selección genética, nacerá sin el gen del cáncer de mama. Los padres decidieron someterse a una fertilización in vitro y a un diagnóstico genético de preimplantación (DGP) porque en la familia del papá se registraron casos de cáncer de mama en las últimas tres generaciones. El bebé nacerá la próxima semana. Los médicos del University College Hospital de Londres obtuvieron in vitro 11 embriones y los analizaron para conocer el riesgo de que fueran portadores del gen, extrayéndoles una célula. El resultado fue que seis de los embriones eran portadores del gen BRCA 1 y fueron destruidos, dos que no lo contenían fueron implantados en el útero y la mujer de 27 años quedó embarazada de uno. Sin esta técnica de selección, la posibilidad de que una hija de la pareja sufriera cáncer de mama era de entre 50 y 85 por ciento. "Si ésta es la opción para excluir de este riesgo a nuestros hijos, entonces es el camino que debemos seguir", dijo la madre. La pareja no conoce el sexo del bebé. Los varones no enferman, pero también pueden transmitir el gen. La selección genética de los embriones es muy polémica. En octubre se conoció el primer caso en España. Los críticos creen que podría abusarse de ella y crear "bebés de diseño" de todo tipo. En el Reino Unido, el DGP se realiza hace tiempo pero hasta ahora sólo en el caso de genes que si se heredan producen una enfermedad con seguridad. Como el gen de la fibrosis quística, que causa graves problemas respiratorios y digestivos. Sin embargo, en 2006, la ley fue flexibilizada y desde entonces el análisis se puede hacer -previo consentimiento de la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología- en casos de genes de riesgo que no necesariamente provocan una enfermedad, como el del cáncer de mama. "Entramos en una nueva era en la que podemos ayudar a personas que llevan los genes del cáncer", dijo el especialista en reproducción Paul Serhal, del University College Hospital. Y agregó: "Hay familias que sufren desde hace generaciones una 'maldición genética' por lo que las críticas a los 'bebés de diseño' son una tontería".