E
ste es el resultado de un estudio sobre adultos europeos que halló que quienes bebían con moderación solían tener niveles más altos de omega 3 en la sangre, aún luego de considerar el consumo de pescado, la principal fuente alimentaria de esas grasas. La relación fue más sólida entre los bebedores de vino que entre los que preferían la cerveza o los licores. Los hallazgos sugieren que especialmente el vino modificaría el metabolismo de las grasas omega 3, precisó el equipo dirigido por la doctora Romina di Giuseppe, de la Universidad Católica de Campobasso, en Italia. Los resultados apuntan también a otra explicación de por qué beber vino con moderación estás asociado con un menor riesgo de enfermedad cardíaca, publicó el equipo en American Journal of Clinical Nutrition. Los ácidos grasos omega 3, que están presentes en pescados grasos, como el salmón y la caballa, protegen el corazón al reducir el nivel de triglicéridos (un tipo de grasa en sangre), disminuyen la inflamación y previenen las arritmias, entre otros beneficios. El vino aumentaría los niveles en sangre del colesterol "bueno" o HDL, reduciría el riesgo de formación de coágulos y mejoraría la función de la pared arterial. Algunos estudios de laboratorio sugirieron que una cantidad moderada de vino, u otros tipos de alcohol, modificaría también el metabolismo de los ácidos omega 3. "Eso es exactamente lo que encontramos en los participantes. Las personas que bebían alcohol con moderación (una copa diaria las mujeres y dos en los hombres) tenían concentraciones más altas de ácidos grasos omega 3 en plasma y glóbulos rojos, independientemente del consumo de pescado", declaró di Giuseppe. El estudio incluyó a 1.604 adultos de entre 26 y 65 años que vivían en Italia, Bélgica e Inglaterra. Dado que esos tres países tienen hábitos alimentarios y de consumo de alcohol tan distintos, el equipo pudo analizar los efectos de distintos tipos de alcohol sobre los niveles de los ácidos grasos omega 3. Los investigadores hallaron que el consumo moderado de vino estaba especialmente asociado con niveles más altos de omega 3. Eso, señaló el equipo, sugiere que componentes del vino distintos al alcohol confieren el beneficio. Para los autores, serían los antioxidantes llamados polifenoles.