E
n junio pasado, 1.153.000 personas aportaban en forma regular al monotributo, según la AFIP. El esquema actual fija límites anuales de facturación de $ 72.000 para los profesionales y de $ 144.000 para otras actividades, como el comercio. Superados esos montos, el contribuyente ya no puede permanecer como monotributista y debe cambiar su situación ante el fisco. Al llevar esos límites a $ 200.000, se estaría cumpliendo con buena parte de las expectativas de los profesionales de las ciencias económicas, que reclaman la modificación desde hace varios años debido a que el tope nunca cambió desde su creación, en 1998. También, como pedían los consejos profesionales de ciencias económicas, se igualaría el límite entre los profesionales y el resto de los rubros. La nueva categoría más baja sería para quienes facturan hasta $ 35.000 anuales; la segunda iría hasta $ 75.000; la tercera, hasta $ 110.000; la cuarta, hasta $ 155.000 y la última, hasta los 200.000 pesos. La cuota mensual más baja pasaría de $ 33 a 50, según el texto preliminar que analizan las autoridades económicas, aunque arrancaría en $ 80 y 90 para los profesionales (sólo para el tramo impositivo), mientras que la escala más alta pegaría un brutal salto de 505 a unos 1600 pesos. Además, se incrementará el aporte previsional de los monotributistas, ya que los funcionarios creen que el monto actual ($ 35 para todas las categorías) es irrisorio y muy desigual con el que realizan los autónomos, pese a que ambos reciben al retirarse la misma jubilación. Las nuevas alícuotas para la seguridad social irían de 56 a 250 pesos, según la escala. En cambio, la suba del aporte para las obras sociales aumentaría levemente: de 37 a 50 pesos. (Fuente: La Nación)