E
l arzobispo de Paraná, Mario Maulión, dijo que respondió las preguntas que se le hicieron respecto a la exhumación del cuerpo del obispo de San Nicolás, Carlos Horacio Ponce de León, pero el fiscal Federal de esa ciudad, Juan Patricio Murray, aseguró que no consta en el Juzgado que lo haya hecho. En declaraciones radiales, el arzobispo dijo desconocer por qué lo investigan en una causa judicial, aunque luego aseguró que respondió el cuestionario que se le hizo. Según se conoció, Maulión está involucrado en una causa que tramita el Juzgado Federal de San Nicolás, a cargo del juez Carlos Villafuerte Ruzo, que investiga el supuesto accidente automovilístico que en plena dictadura militar, le costara la vida al entonces obispo de esa ciudad, Ponce de León. La muerte del prelado, ocurrida el 11 de julio de 1977, siempre estuvo rodeada de misterio, y la sospecha más extendida es que su deceso habría sido producto del accionar de grupos de tareas afines al Gobierno militar, del cual el obispo Ponce de León era muy crítico y, el día de su muerte, se dirigía a Buenos Aires con documentación sobre personas desaparecidas y violaciones a los Derechos Humanos. Escrito El oficio que el juez Federal de San Nicolás le envió, en mayo pasado, al arzobispo de Paraná, consta de unas diez preguntas en la que se lo interroga sobre los motivos por los cuáles se ordenó, en agosto de 1997, la exhumación del cuerpo de Ponce de León, que se encontraba en la Catedral local. En esa fecha, el actual arzobispo de Paraná, estaba a cargo de la Diócesis de San Nicolás. Al juez Federal, le llama la atención, que la exhumación del cuerpo de Ponce de León, no quedó documentada ni en el Arzobispado, ni el Juzgado, ni en la Municipalidad, ni en la funeraria, donde el cuerpo habría permaneció unos 10 días. En declaraciones a Radio del Plata Paraná, el fiscal Federal de San Nicolás, Murray, dijo que “no sólo Maulión no respondió el oficio”, sino que “en la secretaría del Arzobispado de Paraná, ante un nuevo requerimiento se nos informó que no lo habían recibido”. Pero, en otro medio radial, minutos antes, monseñor Maulión había dicho que “respondió el interrogatorio” judicial, aunque aseguró “desconocer por qué se lo involucra en la causa”. “Hay motivos fundados para sospechar que la muerte de Ponce de León no se trató de un homicidio culposo, en un accidente de ruta, sino que fue un atentado, un homicidio doloso”, dijo Murray. Por ese motivo, el juez Federal ordenó la exhumación del cuerpo para un examen antropológico médico-forense. Fue ahí, que se tomó conocimiento que “de manera irregular, el cuerpo de Ponce de León, había sido extraído de su tumba en el mes de agosto de 1997, cuando Maulión era obispo titular de la Diócesis de San Nicolás”, confirmó Murray. Tal como lo establece el artículo 150 del Código Procesal Penal, se le libró un oficio a Maulión, en el mes de mayo pasado, para que responda por escrito una serie de preguntas relacionadas a la exhumación “irregular” del cadáver del obispo Ponce de León. Aunque todavía –según confirmó Murray—no se cuenta con la declaración testimonial de Maulión, existen contradicciones respecto a los justificativos que se habrían dado desde la Diócesis de San Nicolás. Unos, habría dicho que se exhumó el cuerpo, porque había mal olor en la Catedral y porque la caja metálica estaba picada. Sin embargo, otros testigos lo negaron. “La exhumación no se encuentra documentada ni en el Obispado, ni en la Municipalidad de San Nicolás, ni en la Fiscalía ni en la funeraria local, que exhumó el cuerpo”, confirmó el fiscal. La no documentación sobre la exhumación es considerada “un hecho irregular” y por ese motivo, hace 10 días, el juez Villafuerte Ruzo, reiteró el oficio a Maulión para que preste declaración testimonial. “Estoy asombrado por todo esto”, aseguró Maulión El arzobispo de Paraná, Mario Maulión, dijo que ya contestó la requisitoria judicial y dijo desconocer la razón por la que fue interrogado y aseguró que “de la causa en el caso de monseñor Ponce de León me enteré cuando ocurrió a través de la prensa”. Luego recordó que cuando falleció Ponce de León, “no era obispo, estaba en Rosario como director” y, precisó que fue designado obispo de San Nicolás “pero mucho después de Ponce León”. Al respecto, indicó que antes estuvieron Justo Laguna, Antonio Rossi y Domingo Castaña. “Recién me hice cargo de la Diócesis de San Nicolás en 1995”, agregó. En la causa el juez Villafuerte Ruzo dispuso tomar declaración testimonial a Maulión, quien era obispo de San Nicolás cuando se retiraron de la Catedral local los restos de Ponce de León. “No se porqué será, si hay alguna razón”, destacó Maulión en referencia al interrogatorio que se lo sometió. Y manifestó que “si puede haber algo, tendría que ver con lo que hice cerca del año 1997 o 1998, cuando era obispo de San Nicolás y al cumplirse, 10 años de la muerte monseñor Francisco Juan Venera, que había sido sepultado en Rosario, hice las gestiones para que se trasladen los restos a San Nicolás y, ahí fueron sepultados en el mismo sepulcro que Ponce de León”, explicó. Maulión señaló que “lo que se hizo en esa oportunidad, fue ver cómo estaba el féretro, para dejar los dos féretros juntos en la misma tumba”. Y precisó, que un servicio fúnebre se encargó del traslado de Venera y de “la sistematización dentro de esa tumba con dos niveles; en uno está el cadáver de Ponce de León y en otro el de Venera”, explicó. Por último, el arzobispo de Paraná aseguró: “Estoy asombrado por todo esto, pero otra cosa no puedo decirle”, concluyó. Accidente dudoso Ponce de León falleció el 11 de julio de 1977, cuando se dirigía de San Nicolás a Buenos Aires, en un supuesto accidentes automovilísticos. El obispo iba acompañado por Víctor Oscar Martínez, quien sobrevivió al accidente, pero fue detenido y torturado en un centro clandestino. Ambos viajaban en una Renoleta, propiedad del Arzobispado de San Nicolás y a la altura de Ramallo se le cruzó una camioneta F 100 y, aparentemente, por las lesiones sufridas el obispo falleció en la tarde de ese día. Sin embargo, Martínez declaró en la causa, que no se trató de un accidente sino que aseguró que en el lugar había personal militar, que golpeó al obispo y lo maltrató a él. Ponce de León se dirigía a Buenos Aires con documentación sobre personas que habían desaparecido en San Nicolás y por ese motivo se sospecha que la muerte no se produjo por un accidente sino por un atentado. “Más allá de eso, en la causa que se tramitó en 1977, ante la Justicia del proceso de reorganización nacional, no se documentó ni se recibieron declaraciones testimoniales, respecto de las amenazas que en forma constantes y previa había recibido el obispo desde 1975. Y tampoco sobre el enfrentamiento que tenía con las autoridades del área militar 132, por su cerrada defensa de todas las personas perseguidas ya sea por razones políticas, gremiales o religiosas por parte del Gobierno militar”, relató el fiscal Murray. Fuente: El Diario