E
l estudio que incluyó a 5.968 mujeres de Maryland confirmó los hallazgos previos que indicaron que las personas que realizan actividad física regularmente son menos propensas a desarrollar cáncer. Pero cuando los científicos observaron a las mujeres de 18 a 65 años que más ejercitaban por semana, hallaron que el sueño parecía jugar un papel clave en el riesgo de cáncer. Entre las mujeres físicamente activas, las participantes que dormían menos de siete horas por noche tenían un 47 por ciento más de riesgo de desarrollar tumores que aquellas que descansaban más, informó el equipo en una reunión de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer. "Creemos que esto es muy interesante e intrigante. Esta sería la primera observación al respecto. No es algo que se haya estudiado mucho", dijo James McClain, del Instituto Nacional del Cáncer, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. McClain, quien dirigió el estudio, indicó que se desconoce exactamente cómo la escasez de horas de sueño volvería a las personas más susceptibles al cáncer. "Dormir las horas adecuadas se ha vinculado desde hace mucho tiempo con la (buena) salud", señaló McClain. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) reconocen que la falta de horas de sueño es un problema de salud pública subestimado. Los expertos en descanso consideran que la falta crónica de horas de sueño está relacionada con la obesidad, la diabetes, la presión arterial elevada, el accidente cerebrovascular, la enfermedad cardiovascular, la depresión, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Además, la investigación demostró que las personas que realizan ejercicio regularmente tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de pecho, de colon y de otro tipo. Los expertos creen que los efectos de la actividad física sobre los niveles hormonales del cuerpo, la función inmune y el peso corporal jugarían un papel muy importante.