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rítica.- El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, firmó el veto de los capítulos más importantes de la Ley de Defensa al Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva que autorizaba la despenalización del aborto. La ley uruguaya estipula que, para el veto, el presidente necesita la firma, por lo menos, de un ministro vinculado con el tema: la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, le dio el apoyo que necesitaba. La noticia la confirmó su par de Turismo, Héctor Lescano, pero el anuncio oficial se dará a conocer en la próxima reunión del Consejo de Ministros. La decisión es polémica ya que Tabaré da marcha atrás una legislación impulsada por su propia fuerza política y aprobada por el Congreso el pasado martes. Entonces, 17 legisladores del oficialista Frente Amplio se pronunciaron a favor del proyecto frente a los 13 senadores de los partidos Nacional y Colorado que lo hicieron en contra. Lo mismo había ocurrido la semana anterior en la Cámara de Diputados, que aprobó por 49 votos contra 48 la legislación. La dirigente de Mujer y Salud de Uruguay (MYSU) y una de las impulsoras de la ley, Alejandra López, dijo que el veto de Vázquez fue contra toda posibilidad de interrumpir el embarazo en hospitales públicos. “Se trata de los capítulos que tratan la despenalización del aborto por la sola voluntad de la mujer. Ni siquiera dejó en pie la posibilidad de un aborto legal para aquellos casos donde corre riesgo la salud de la madre ni si existe malformación fetal”, señaló la dirigente. Por eso, bajo el lema “tu presencia suma, ahora más que nunca”, las organizaciones convocaron a una movilización, esta tarde, en la plaza Libertad, de Montevideo, para protestar por el veto de Tabaré. “Es la primera vez que se veta una ley aprobada por el Parlamento y respaldada por la población uruguaya. La decisión es de un autoritarismo nunca visto hasta ahora que le da la espalda a la ciudadanía y no deja ninguna alternativa de nada”, dijo López. Tabaré Vázquez había señalado en distintas oportunidades que, de aprobarse la ley, su condición de médico oncólogo y católico no le permitirían promulgar la norma. Pero una vez aprobada, los senadores y diputados del Frente Amplio que votaron a favor buscaban convencer el mandatario de que aceptara la ley y la sometiera a consulta popular para lograr su validación definitiva. Tabaré no hizo caso y la vetó antes de los diez días hábiles que necesitaba la promulgación y sin la venia de sus ministros. Ahora, una vez vetada, se requiere que tres quintos de los integrantes de cada Cámara del Parlamento que en Asamblea General –unos 18 senadores y 60 diputados– rechacen de manera expresa el veto del Ejecutivo. A pesar de que el Frente Amplio no cuenta con esa cantidad de votos, la senadora de esa coalición, Margarita Percovich, no bajó los brazos y reiteró que la ley volverá a ser planteada en la próxima composición de la Legislatura. Mientras que en Uruguay se despenalizó el aborto y el presidente Tabaré Vázquez vetó la norma aprobada por el Congreso, en la Argentina los diputados nacionales y legisladores porteños discuten proyectos para regular la práctica de abortos no punibles. A nivel nacional, el martes próximo será debatido en comisiones un predictamen para modificar el artículo 86 del Código Penal y que los hospitales públicos realicen –sin intervención judicial– la interrupción del embarazo en casos de violación o riesgo para la salud de la madre. El proyecto fue presentado por los diputados kirchneristas Nora César, Juliana Di Tulio y Sylvestre Begnis. “Cristina nunca amenazó con vetar la ley como hizo Tabaré”, subrayó Di Tulio. En la Legislatura porteña, hoy será el último debate abierto al público sobre los proyectos que brindan una normativa para los casos en que el aborto está permitido por la legislación argentina.