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Reuters).- El paciente, un ciudadano estadounidense que vive en Berlín, estaba infectado con el virus de inmunodeficiencia humana, que causa el sida, y también padecía leucemia. El mejor tratamiento para la leucemia era un trasplante de médula ósea, que requiere células madre del sistema inmune de un donante saludable para que se reemplacen las células del paciente afectado con cáncer. Los doctores Gero Hutter y Thomas Schneider, de la Clínica de Gastroenterología, Infecciones y Reumatología del Hospital de Caridad de Berlín, dijeron que el equipo buscó un donante de médula que tuviese una mutación genética que se sabe que ayuda al organismo a resistir a la infección con VIH. La mutación afecta a un receptor, un sendero celular llamado CCR5 que el virus del sida emplea para ingresar en las células que infecta. Cuando los expertos hallaron un donante con la mutación, utilizaron esa médula espinal para tratar al paciente. Y el resultado fue que no sólo desapareció la leucemia, sino también el VIH. "Hasta hoy, más de 20 meses después del trasplante exitoso, no se puede detectar VIH en el paciente", indicó la clínica en un comunicado. "Realizamos todas las pruebas, no sólo sanguíneas sino de otros reservorios", dijo Schneider en una conferencia de prensa. "Pero no podemos excluir la posibilidad de que aún esté allí", agregó. Los investigadores destacaron que éste nunca podría ser un tratamiento estándar para el VIH. Los trasplantes de células madre de la médula espinal son rigurosos y peligrosos y requieren que el paciente primero tenga destruida su médula. Esos pacientes corren riesgo de muerte aún por las infecciones más leves, debido a que no poseen sistema inmune hasta que las células madre crecen y reemplazan a las propias. El VIH no tiene cura y siempre es letal. Los cócteles de medicamentos pueden mantener el virus a raya, a veces en niveles que no se detectan con las pruebas. Pero las investigaciones indican que el virus nunca desaparece, permanece en reservorios del cuerpo. El equipo Hutter informó que no ha podido encontrar rastro del virus en su paciente de 42 años, quien se mantiene en el anonimato, pero añadió que eso no implica que no esté allí. "El virus es engañoso. Siempre puede volver", dijo Hutter. La mutación CCR5 se halla en cerca del 3 por ciento de los europeos, según los expertos. El equipo señaló que el estudio sugiere que la terapia génica, una tecnología altamente experimental, podría usarse algún día para tratar a los pacientes con VIH.