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rente a la necesidad de velar por la integridad física de los paranaenses que asisten a un centro de estética y la posible existencia de déficit normativos en la materia, el Concejo Deliberante aprobó un proyecto de resolución, en que insta a la Municipalidad a realizar una tarea de seguimiento y control del funcionamiento de estos institutos. La medida impulsada por la edila Cristina Sosa, apunta a exigir la profesionalidad y experiencia de los servicios médicos cosmetológicos o quirúrgicos, pero también el control sanitario de la aparatología empleada. “Uno de los aspectos que detectamos es que quienes asisten son en su mayoría adolescentes”, indicó la concejala. “Hay que establecer un nuevo marco normativo, para que en el corto plazo la comuna pueda hacer una campaña pública, con el fin que se informe sobre estos servicios, con ventajas y desventajas”, aclaró. Sosa destacó que se prestan innumerables servicios, pero se desconoce hasta qué punto están avalados por un controlar médico. En tal sentido, se convocará a la subsecretaría de Salud de la Municipalidad para que informe acerca de las falencias normativas, con el propósito que junto a cámaras y asociaciones vinculadas al tema, se conforme un consejo consultivo, junto con las universidades. Lesiones El texto del proyecto establece advertir a la población sobre prácticas poco seguras, con riesgos para la salud o de “aún no probada inocuidad”. “Tanto en la ciudad como en el país han ocurrido casos de mala praxis a raíz de los cuales los pacientes resultaron con lesiones graves, secuelas inmodificables e, inclusive, casos en los que hubo que lamentar la muerte de personas”, argumentó Sosa. En tanto explicó que las novedades tecnológicas en el área de la remodelación corporal llevan a que muchas prácticas no tengan reglamentación específica o escapen al control convencional, como por ejemplo la aplicación de botox (toxina), las liposucciones o el blanqueo dental, “que parecen no requerir de control médico”. Se explica además que muchos de los tratamientos ofrecidos no pueden encuadrarse en una estricta categoría médica aunque su aplicación conllevan técnicas de intervención o remodelación corporal externa con preparados especiales, algunas invasivas y quirúrgicas, por lo que podrían afectar la salud de las personas, de no actuarse con conocimiento e idoneidad. Prácticas que se ofrecen Entre las prácticas publicitadas en la ciudad por denominadas casas de belleza, instituto de belleza integral; centros de estética, clínicas privadas de cirugía estética, nutrición y tecnología, o sólo cirugía plástica, aparecen: • Lipo-escultura ultrasónica. • Aplicación de botox. • Rellenos de arrugas, labios, mamas (aumento o reducción) con siliconas. • Lifting, párpados, orejas. • Abdominoplastía. • Eliminación de manchas a través de láser. • Pigmentación de la piel con sustancias autobronceantes. • Blanqueamiento dental. • Depilación definitiva. • Agrandamiento de pene, entre otros. Otra cuestión que propone considerar la norma es que muchos de estos servicios son prestados por profesionales que llegan a la ciudad desde otros lugares, inclusive desde otros países, por lo que el reconocimiento de licencias y títulos es difícil de comprobar. Dato • Detectaron que a los centros de estética asisten, en su mayoría, adolescentes. Fuente: Diario UNO