E
n la provincia, según los números oficiales, unas 30.000 personas son analfabetas. Los bolsones más importantes de gente adulta que no sabe leer ni escribir se encuentran en Federal, Feliciano, La Paz e Isla del Ibicuy. En Paraná y Concordia las zonas más castigadas se encuentran en los cordones periféricos. Los especialistas en brindar educación para adultos cuentan que más allá de las cifras que se pueden manejar hay mucha gente que, por ejemplo, mira los carteles y reconoce lo que dicen porque una vez se lo dijeron y así aprendieron. Joel Spizer, Director de Educación de Jóvenes y Adultos del Consejo General de Educación (CGE) argumentó que los analfabetos traspasan la barrera de la vergüenza cuando no pueden ayudar a sus hijos con las tareas escolares. “En la provincia tenemos 325 centros de alfabetización donde participan entre cuatro y diez alumnos”, contó Spizer. El Gobierno nacional puso en marcha mediante el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología el Programa Nacional de Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos, en el marco de la Década de la Alfabetización 2003-2012 declarada por las Naciones Unidas. En Paraná, el programa Encuentro es articulado por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad. Funcionan 15 centros distribuidos entre los barrios Belgrano, Mosconi, zona Escuela Hogar, 33 Orientales, La Palangana y San Benito. Las clases se dictan en casas de familia, clubes y centros barriales. Los alfabetizadores dan clases por grupos reducidos, compuestos por no más de cinco personas. Todo el material consta de cuadernos, cartillas y contenidos otorgados por el Estado nacional. En cuanto a la metodología de trabajo, el curso se dicta durante cinco meses y dos días a la semana. En el sexto mes, se inserta a la persona interesada en la escuela primaria para que pueda terminar sus estudios. En su mayoría participan jefes y jefas de hogar que en su mayoría tienen entre 30 y 40 años. “Luego de aprender a leer los alfabetizados son acompañados por sus educadores al ingreso a la escuela para Adultos. La inserción es complicada debido a que muchas veces comparten el aula con adolescentes”, comentó el Director de Educación de Jóvenes y Adultos del CGE. (Diario Uno)