T
ras conocerse que unos 600 adolescentes trabajarían en la cosecha de arándano, el defensor general del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Arsenio Mendoza, explicó que “a partir de los 15 años de edad un chico puede trabajar con autorización de los padres, pero no puede abandonar la escuela”. Según la Delegación Concordia de la Dirección Provincial del Trabajo, unos 600 adolescentes mayores de 15 años trabajarían con autorización de sus padres en la cosecha de arándano, pero muchos de ellos no concurren a estudiar, por lo que se realizó un pedido de informe y constataciones desde la Justicia de Menores. Al respecto, Mendoza explicó que “a partir de los 15 años de edad un chico puede trabajar con autorización de los padres, pero no puede abandonar la escuela”, y agregó: “Se realiza un trámite muy complejo. Y se debe cumplir con la escolaridad como uno de los principales requisitos. Hace ya unos años los inspectores de la Dirección de Trabajo fueron agredidos por controlar, de manera que la situación es compleja”. Un informe revela que la deserción escolar y trabajo juvenil van de la mano, ya que los adolescentes, abrumados por la pobreza y la necesidad de ayudar económicamente a sus padres y hermanos salen a trabajar, pero no vuelven a la escuela. La legislación laboral establece que un menor de 15 años puede celebrar un contrato de trabajo con consentimiento de sus padres, pero sin dejar la escuela. En ese contexto, la Ley Nacional de Educación sancionada en diciembre de 2006 entre otros puntos establece la obligatoriedad de la educación Secundaria. Paralelamente la ley provincial establece la obligatoriedad de diez años de asistencia a la escuela, desde jardín de cinco años hasta noveno año. En ese sentido, el director departamental de educación de Concordia, Saúl Dri, comentó que el área está realizando controles “de todas las autorizaciones de los padres y que estén refrendada por la Dirección de Trabajo”, y acotó: “A mí me gustaría que los chicos no vayan a trabajar, pero estamos viviendo una coyuntura especial”. De todas maneras, el funcionario señaló que “acá no hay una masividad de deserción, pero igual hay que controlar y trabajar para que el chico cumpla con la escolaridad”, aunque reconoció que la Dirección Departamental de Escuelas trabaja en forma especial con los alumnos que en esta época resuelven ir a la cosecha en busca de una oportunidad de trabajo y se “realiza una currícula especial para que no pierdan la escolaridad”.