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uy pocos lotes podrán sobrellevar satisfactoriamente el período de floración si no reciben agua en forma inmediata. La difícil situación hídrica que atraviesa la provincia de Entre Ríos en particular y la mayor parte de las zonas agropecuarias del país en general, encuentra antecedentes muy lejanos en la estadística, aseguran que una sequía así no se vivía desde hace 40 años. Desde hace varios meses, las lluvias acumuladas en todas las regiones agrícolas del país se ubican muy por debajo de los valores habituales. Un informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, indica que es crítica la situación del área triguera ubicada desde el centro hacia el oeste y sur de la provincia (región que abarca aproximadamente el 80% de la superficie total de la provincia) siendo perentoria la ocurrencia de precipitaciones que permitan frenar la pérdida de rendimiento que día a día se observa. En sectores puntuales, donde el pulso seco se ha presentado con mayor severidad, se reportó la pérdida de lotes, los cuales están siendo pastoreados o bien se han cosechado para la fabricación de rollos. Consultado por esta cuestión, Alfredo Bel, delegado de la Federación Agraria Argentina en Entre Ríos aseguró que por la falta de agua “se perdió ya el 50% de la producción de trigo”. En cuanto a la siembra de maíz y girasol, que se realiza en esta época, manifestó que “no se sembró prácticamente nada, y si seguimos así no se sembrará”. En el caso de la ganadería, el consultado explicó que “hay un fuerte déficit de forraje, por lo menos en los departamentos más comprometidos (Paraná, Diamante, Nogoyá, parte de La Paz, Victoria y alguna zona de islas). Esto redunda, en el caso concreto de la lechería, en un mayor costo para mantener los animales, y en el caso de la ganadería los animales no están cumpliendo el ciclo de engorde normal”, explicó. Para Bel, “estos problemas son derivados de una actividad dinámica. Hay cosas que no se pueden prever, como es la cuestión climática, pero las malas políticas corren por cuenta de quien las ejecuta. Hoy estamos peor que el 10 de marzo en todos los rubros”, dijo en relación al conflicto que se instaló entre el gobierno nacional y el campo por el aumento de las retenciones y añadió: “Con todos esos problemas, el Gobierno ni siquiera declaró la emergencia agropecuaria”. Por su parte, Gladys Eguía, responsable del proyecto Siber en la Bolsa de Cereales de Entre Ríos explicó que la provincia está dividida en dos sectores: la zona noreste (Feliciano, Federación, oeste de Federal y Villaguay, Concordia, San Salvador, Colón y la parte noreste de Uruguay) que aún posee algo de reservas en los suelos, a raíz de que los pocos eventos de precipitaciones que hubo en setiembre se dieron en esa zona. Y la zona oeste y el sur de la provincia, en donde la situación es crítica por la sequía “cuya magnitud no se ha visto en los últimos 40 años”, sostuvo. Especificó que en los sectores de sequías, el trigo (que es lo que está implantado, porque fue muy poca la producción de lino este año) están sufriendo estrés hídrico: las plantaciones no tienen desarrollo vegetativo, tienen senescencia en las hojas basales e incluso en las partes más erosionadas hay muerte de plántulas. La ingeniera explicó que los productores toman diferentes acciones al respecto: “Ante los síntomas que se están viviendo, muchos decidieron pastorear, otros cosechan el trigo para fabricar rollos porque no hay reservas para el ganado”. Se termina el período óptimo Inició la semana pasada la siembra de arroz, sobre todo en la zona que hacen extracción de agua en los acuíferos. Se debería estar sembrando maíz y girasol; “con el maíz estamos terminando la fecha óptima de siembra del maíz de primera, quedan unos días pero no se vislumbran precipitaciones”, aseguró Eguía. En cuanto a la conducta de los productores, especificó que ante un panorama tan desalentador para la producción, están evaluando la fecha de siembra, el factor climático y los costos, para ver si les conviene iniciar la siembra. Bel consideró que “la lluvia sería la solución, pero hay que tener en cuenta que no llueve pasto, se necesita un tiempo para la recuperación”, sostuvo. Pérdidas Eguía detalló una investigación que se realizó desde el proyecto Siber: “Comparamos la campaña 2006-2007, un período con muchas precipitaciones y óptimo rendimiento de los cultivos, y 2007-2008, un año seco. En esta última campaña tuvimos 205.000 toneladas menos de maíz y 337.000 toneladas menos de soja, por la falta de agua al momento de floración (enero-febrero). Las cuentas indican que al 11 de setiembre de 2008, si se hubiese vendido esa pérdida, hubiésemos tenido 117 millones de dólares más en el bolsillo del productor y en el circuito productivo”. Seguirá la bajante del río Paraná La bajante del río Paraná continuará y, según el informe de la Dirección de Hidráulica de Entre Ríos , la situación obedece a que las precipitaciones en el período del 9 al 15 “fueron prácticamente nulas en la región”. Según Prefectura Naval Argentina, el jueves el hidrómetro del puerto de Paraná marcó una altura de 2,30 metros, estable, y las proyecciones hacia futuro no son halagüeñas. Ese registro está bastante lejos del promedio histórico para setiembre, que para los años 1982 a 2006, marca una media de 2,86 metros. Un informe que elaboró la Prefectura en base a información del Instituto Nacional del Agua, da cuenta de que para este domingo el río en el puerto de Paraná llegará a una altura de 2,12 metros, por debajo del nivel actual. El pronóstico señala que para el 26 el nivel llegaría 1,95 metros en el hidrómetro local. Según el informe, “en la última semana se observaron medias inferiores a las de la semana anterior, con diferencias de entre 10 y 35 centímetros”, señaló la repartición provincial. (Diario UNO)