P

ara algunas personas podrá ser considerado como un hecho menor, una diablura más de algún adolescente, pero lo cierto es que la situación interna en la escuela Miguel de Cervantes Saavedra no es para nada tranquila. Aún no se ha podido sobreponer del incendio intencional, robo de una computadora y una bandera y la pintada de insignias nazis, que ahora se denuncia en la Policía que, posiblemente alguien del interior del establecimiento educativo privado de Paraná colocó pegamento en las cerraduras. De esta manera el dictado de clases en la jornada de ayer se vio notoriamente afectado, ya que hubo alumnos que se volvieron a sus hogares. Los padres señalan que es preocupante este nuevo hecho que determina la existencia de un grado de conflictividad entre alumnos que llama la atención. Hicieron notar que sus hijos debieron volverse en la mañana de ayer porque “a algún gracioso se le ocurrió colocar Poxi-ran en las dos cerraduras de ingreso”, explicó uno de los padres, que pidió que no se diera a conocer su nombre y apellido. El hombre remarcó que es la tercera vez que ocurre lo mismo. “Hace poco tiempo se hizo lo mismo. En esa oportunidad no sólo pusieron Poxipol, sino que quebraron una llave para complicar la reparación, en hechos que nosotros ya a esta altura de los acontecimientos, consideramos vandálicos”. La escuela privada, más conocida como La Española, se encuentra ubicada en calle Yrigoyen 37 y según las autoridades educativas contiene a alumnos de distintos credos religiosos. A mediados de julio se denunció que alumnos habían ingresado a la escuela, y tras romper elementos, robaron una computadora y una Bandera. Además incendiaron dos dependencias donde se archivaba documentación de los estudiantes. “La tranquilidad no se logra encontrar, porque todo el mundo sabe que fue descubierto uno de los autores del hecho, el hijo de un hombre muy conocido en Paraná, lo que pasa es que los otros tres que participaron no fueron descubiertos y son seguramente los que andan haciendo estas acciones para amedrentar al resto de la comunidad educativa”, resaltó otro hombre, cuyos hijos son de 12 y 14 años. “Nosotros queremos que se castigue por parte de la escuela a todos por igual, que no se sancione sólo a uno dejándolo en condición de alumno libre, sino que a los tres restantes también les caiga el peso de la ley”, enfatizó el padre. Una prolija investigación policial permitió descubrir que un adolescente de 16 años, que vive en calle 9 de Julio, fue el responsable del incidente. En la vivienda se localizó lo robado, por lo que al adolescente se lo puso a disposición de la jueza de Menores. Sin embargo, este último hecho revela: primero que en la escuela existen dos grupos de padres, uno que decidió tratar el tema hacia adentro, y otro que optó por difundirlo en medio de fuertes rumores de posibles internas y situaciones no relacionadas con la seguridad ni con una posible broma de niños. Fuente: Diario UNO