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esde hace varios meses se viene advirtiendo sobre las consecuencias ambientales que provoca el funcionamiento del complejo termal de María Grande. En este marco, el secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo, envió el 14 de julio pasado una nota al presidente del Ente Regulador de Recursos Termales, Hugo Cettour, en la que le advirtió: “Como resultado y en virtud de los ensayos de laboratorio practicados sobre las muestras, informo que el complejo termal no se encuentra en condiciones aptas para su funcionamiento debido a la alta salinidad del efluente líquido que se vierte sobre el ambiente y al proceso de salinización que ello genera. En este sentido debo señalar que ya el 3 de septiembre del año 2007, el jefe del laboratorio de esta Secretaría, luego de analizar distintas muestras sugirió que el complejo termal de María Grande debería dejar de funcionar hasta tanto se solucione el pozo de reinyección”. A partir de estas observaciones, hubo una extensa reunión en el despacho del ministro de Gobierno, Adán Bahl, donde estuvieron presentes Raffo, Cettour y el intendente de María Grande, Diego Lara. Al término del encuentro Cettour confirmó la decisión del Gobierno de clausurar el lugar. “Analizamos el convenio que oportunamente firmamos donde existía un compromiso de elaborar un plan ambiental hasta que se realice el pozo de reinyección de agua, y mostramos al ministro las intimaciones que desde el Ente se fueron realizando”. También destacó que “como nada de esto se ha cumplido decidimos pedir una auditoria ambiental por parte de la Provincia hace dos semanas, la cual arrojó cifras que dieron muy mal, por lo cual efectuaremos una clausura de la salida de agua del pozo”. Con la presencia del escribano mayor de Gobierno se procedió a la clausura del predio. Cettour aclaró que también le darán a los empresarios las dos o tres condiciones que deberán cumplir para lograr una reapertura parcial, “y la única para una habilitación definitiva, que es la realización del pozo de reinyección”, enfatizó. Respecto a las posibilidades de apertura parcial, el funcionario explicó que una alternativa es que presenten un plan de mitigación ambiental “y que lo cumplan, hasta que construyan el pozo de reinyección”. Indicó que “una vez presentado este plan ellos deberían proponer, por ejemplo, la utilización de una sola pileta en lugar de tres, o la utilización de 50 metros cúbicos por día en lugar de 200”. Otra alternativa podría ser volcar las aguas en piletas para diluir su salinidad, “siempre y cuando nuestros estudios demuestren la reducción necesaria”, entonces podría existir una habilitación parcial hasta que se haga el pozo de reinyección. Cettour recalcó que “durante mucho tiempo insistimos en esto y ellos nos decían que conseguirían un crédito y que construirían el pozo de reinyección, pero al día de hoy los tiempos han caducado y directamente hay un incumplimiento”. Por último confirmó que la reapertura del complejo dependerá de la celeridad con que la empresa presente un plan de mitigación ambiental y realice efectivamente el pozo, “que es una promesa con la cual vienen desde hace mucho tiempo y que hasta ahora no han cumplido”.