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yer a la madrugada los enojados y hastiados vecinos de una cortada ubicada entre las calles Navarro y Mendieta en el populoso barrio Puerto Viejo, en Paraná, canalizaron su descontento e incendiaron y destruyeron la vivienda en la que vivían los familiares de los chicos que, según informó la Policía, tenían a maltraer a la gente del lugar con su fechorías. La oportuna intervención de la Policía evitó que la furia de la gente terminara en un hecho irreparable; en ese sentido, siete personas que estaban en la casa demolida, entre los que estaban los chicos cuestionados, mujeres y niños, fueron trasladados por efectivos que posteriormente los reubicaron en distintas viviendas de familiares. El subjefe de la Departamental Paraná, Julio Brumatti, informó que cuando llegaron al lugar “los vecinos estaban muy enojados con estos chicos, por lo que tuvimos que desplegar un operativo grande para garantizar la seguridad de todos los vecinos, tanto de los que eran cuestionados como de los que se manifestaban”. Brumatti continuó: “Cuando se calmaron un poco los ánimos sacamos a siete personas de la casa, entre los que había mujeres y niños, y los trasladamos a la comisaría 11ª por su seguridad”, y añadió que apenas alcanzaron a meterlos en los móviles, puesto que hubo que forcejear con los vecinos porque estaban descontrolados, estos arremetieron contra la vivienda. En ese sentido, el subjefe señaló: “El juez de Instrucción que intervino en el caso nos dio órdenes expresas de garantizar a rajatabla la seguridad de esta gente y la de los vecinos, por lo que no se reprimió cuando estos la emprendieron contra la casa”. Así, ahora habrá que ver qué actitud toman los ocupantes de la vivienda, puesto que quedó inutilizable. Fuentes policiales informaron que los chicos “asuelan la zona con arrebatos, actos de violencia y prepotencia que aterran a los vecinos”. En ese orden se escucharon voces críticas con el rol de la Justicia de Menores y del Consejo Provincial del Menor, que no tomaron las medidas que los vecinos creyeron las correspondientes a este caso. También agregaron que los chicos serían integrantes de las familias Monserrat y Fernández, y que tienen “muchos antecedentes delictivos y detenciones”, las que superarían más de 10 denuncias y presentaciones entre los cuatro. El detonante Según informó la Policía, los ánimos en el barrio comenzaron a caldearse a las 23, cuando un grupo de vecinos se apersonó frente a la vivienda para reclamar por un supuesto arrebato perpetrado por los cuatro chicos en perjuicio de otros chicos del barrio ocurrido durante la tarde. Este fue el detonante que activó un malestar latente en el vecindario. Así, hubo cruces de palabras, alguna pedrada, forcejeos entre mujeres y todo comenzó a salirse de los carriles normales hasta que a las 2 un grupo más numeroso tomó justicia por mano propia e incendió la vivienda. El juez de Instrucción en turno Gustavo Maldonado, junto a los efectivos de la Policía de Paraná al mando de Brumatti, ordenó que las medidas a realizar comprendieran la seguridad de todos los vecinos que estaban en el lugar. (Diario UNO)