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omenzó a debatirse ante el Tribunal de la Sala I en lo Criminal de Paraná la responsabilidad de un hombre, quien comparece en juicio oral imputado del delito de Abuso sexual agravado en perjuicio de una nena que tenía 11 años cuando sucedieron los hechos que se analizan desde ayer. El agravante se fundó en que el imputado de 54 años, que tendría actividades políticas relacionadas con ONG, era el concubino de la mujer y convivían bajo el mismo techo desde hacía poco tiempo. Si bien el debate se realizó a puertas cerradas por tratarse de un delito de índole privada y la víctima es una menor, fuentes judiciales informaron que el supuesto delito se habría cometido entre el 20 de octubre y el 14 de diciembre de 2005 en barrio Los Aromitos en la capital provincial, cuando la madre de la nena se retiraba a trabajar en la Municipalidad de Paraná y los hermanos se dirigían a la escuela. Ayer, el Tribunal integrado por Ricardo González, Daniel Perotti y José María Chemez escuchó los testimonios de dos peritos de tribunales, un psiquiatra y un psicólogo que se desempeñan en el departamento técnico del Juzgado de Menores, y el de la madre de la supuesta víctima. El procesado que se encuentra en libertad habría perpetrado los ataques cuando quedaba solo con la niña, luego de que la madre se retirara alrededor de las 6.30 a su trabajo en la comuna y posteriormente los hermanos concurrían a la escuela. Ayer surgió que el hijo mayor de la denunciante no soportaba a la pareja de su madre, quien lo despertaba temprano cuando los otros hermanos partían para la escuela, puesto que aquel había dejado los estudios, para que saliera a buscar trabajo, circunstancias en las que quedaba solo con la nena. La denuncia La madre de la niña realizó la correspondiente denuncia en el Juzgado de Instrucción en turno apenas tomó conocimiento de la situación. De acuerdo a los testimonios que se escucharon ayer, la niña contó a su madre lo que estaba viviendo desde hacía 60 días después de que el imputado la reprendiera duramente por una travesura. De acuerdo al testimonio de la mujer, la niña y una hermana fueron observadas en una situación típica de los chicos que cometieron una fechoría. Así, las encontró con unos caramelos en su poder y al preguntarles cómo los habían obtenido le respondieron que la abuela les había dado dinero para comprarlos. La madre consultó a aquella quien negó tal situación. Al otro día descubrió dos yogures abiertos y al consultar sobre la procedencia surgió que las nenas los habrían obtenido en un negocio de la zona. Ante esa situación las reprendió y le comunicó a su pareja lo acontecido. Éste las retó duramente, hasta que la niña abusada rompió en llanto, por las consecuencias que tal accionar podía acarrearles. Después del reto la situación no quedó allí, porque la nena se dirigió a su madre diciéndole: “Vos me retás, pero él me hace más daño a mí”. Al pedirle que aclarara lo que acababa de decir, agregó: “Lo mismo que (mencionó a un primo)”. Según se pudo establecer, este familiar habría abusado de la nena cuando esta tenía 6 años. Como recién lo pudo contar cuando ya había cumplido 9 años la madre habría decidido no hacer la correspondiente denuncia. El debate continuará hoy con nuevos testimonios, entre los que se contará a dos peritos del Juzgado de Menores y un médico forense de Tribunales. En este sentido se espera que al menos 10 personas comparezcan y declaren ante el tribunal y las partes que se encuentran conformadas por Noemí Berros por la querella particular; Juan Carlos Almada por la Fiscalía de Cámara; María Lucrecia Sabella por el Ministerio Pupilar; y Alberto Rojas por el defensa particular. Fuente: diario Uno