E
l Financial Times, uno de los periódicos económicos mejor informados y más consultados del mundo, difundió una noticia de alto impacto para la Argentina: el gobierno chino buscará "fuentes alternativas" para abastecerse de soja, debido a que consideró a nuestro país como "no fiable" para las transacciones comerciales. FT apunta que es “muy probable” que la restricción autoimpuesta por los productores nacionales para comercializar granos en el exterior genere un impacto en las cotizaciones, hecho que “agravará los precios mundiales de alimentos y la crisis de oferta". "El cese de las exportaciones anunciado a principios de mes por la Argentina, uno de los proveedores claves de granos de soja a China en esta época del año, contribuyó al alza de los precios internacionales en la plaza de Chicago, por lo que los comercializadores afirman que los compradores chinos han comenzado a buscar fuentes alternativas debido a la infiabilidad del país sudamericano. Una volatilidad mayor de los precios es ahora probable, agravando el precio global de alimentos y la crisis de suministro", señala la publicación. En un escenario internacional en el que los precios de los alimentos registran un alza sin precedentes debido a la enorme demanda de economías emergentes de gran escala, como la de China y la India, la Argentina, tercer país productor del mundo de granos de soja y principal exportador global de aceites y harinas de la oleaginosa, dio la espalda al mercado internacional, ensimismado por el conflicto fiscal que divide a los productores agropecuarios y al Gobierno nacional. El periódico inglés subraya que la Argentina es también el sexto productor de trigo del mundo. La restricción aplicada por la administración de Kirchner para las ventas externas de este cereal disparó los precios en el mercado mundial de referencia de Kansas, a los niveles máximos en los que aún se sostiene en la primera mitad de 2008. La Argentina es el principal competidor de Europa en este mercado, lo que originó que sólo hubiera disponible trigo europeo para satisfacer una demanda internacional cada vez más ávida y dispuesta a pagar altos precios.