S
e trata de familias completas, niños y ancianos que, en la mayoría de los casos (el 85%) retiran la comida preparada todos los días y comen en su casa. Lo que se conoció en la gestión de Julio Solanas como el programa Volver a Casa. Hace 15 días y en virtud del aumento que sufrieron las mercaderías, la comuna aumentó un 20% las partidas que se entregan en dinero todas las semanas. “Pasamos de 80 centavos a 1 peso por persona”, contó Mariano Veloz, subsecretario de Desarrollo Social de la comuna. “Necesitamos llegar 2,40 pesos”, añadió. Los comedores comunitarios –también conocidos como barriales– nacieron como una respuesta espontánea y solidaria de hombres y mujeres comunes ante el hambre que se multiplicaba en 2001. Hoy, a siete años, todavía existen. Algunos se gestaron a partir de la unión de esfuerzos vecinales, acunados por militantes sociales. Otros nacieron impulsados por organizaciones gremiales. En la actualidad y pese a la mejora económica, quedan 52 en la ciudad. La comuna ejerció un control sobre esos establecimientos y dio de baja a ocho instituciones “que cobraban, pero no daban alimentos”, remarcó Veloz. Y anunció que estas personas fueron denunciadas. La dirección de Legales está a cargo de la situación. Requisitos Para ingresar a un comedor comunitario el requisito es que la familia no tenga trabajo, o tengan un chico discapacitado. Hoy hay zonas más críticas que otras. La mayor asistencia se brinda en los barrios como Volcadero, Balbi, La Floresta, calle Cuba, Anacleto Medina Norte y Sur. Están a cargo de gente que trabaja solidariamente. Algunos son jefes de comisiones vecinales otros atendidos por grupos de vecinos. Respecto a cómo se financian el funcionario contó que por un lado reciben dinero y por otro una caja de mercaderías. El dinero se contabiliza de acuerdo a la cantidad de comensales. Ese monto (1 peso por persona) se ocupa para comprar carne, verdura. Por otro lado Acción Social entrega una caja con puré de tomate, aceite, fideos y picadillo. La gente concurre a cenar. Los chicos al mediodía comen en la escuela, entonces el comedor comunitario cubre las necesidades de la gente por la noche. Buscan una vianda y van a sus casas. Algunos comedores cocinan para 58 personas, otros mayores para 180 personas. “Van con un taper y le destinan las porciones. El 85% come en la casa. Es lo que era el programa Volver a Casa”, dijo Veloz destacó que existe un personal que prepara la dieta diaria. De todos modos como el dinero es escaso y la mercadería muy cara, generalmente se abocan a entregar guisados, estofados, arroz. La milanesa con puré prácticamente no podemos hacerla más.