F
rente a este delicado escenario, varios mandatarios le reclaman ya anticipos financieros a Cristina de Kirchner para intentar pilotear la escasez de recursos, a la par del planteo, además, por millonarias deudas nacionales que se engrosan riesgosamente. «Espero que Nación nos siga ayudando, porque no puedo ni pienso hacer ajustes», disparó ayer, por caso, el riojano Luis Beder Herrera, al adelantar que pedirá esta semana en la Casa Rosada una nueva transferencia de $ 30 millones, frente a una remesa de fondos coparticipables que muestra -dijo- una «curva que sigue en picada y que ha descendido a los niveles de 2005». Con dureza, el mandatario justicialista reconoció que está «sorprendido» por la postal, porque «la Nación tiene buenos ingresos pero a La Rioja no están llegando». Según Beder Herrera, las transferencia de impuestos que se redistribuyen «han bajado 30% o 40%, y los gastos suben otro tanto». Sin embargo, se mostró esperanzado en que la situación mejore «en mayo, cuando Nación cobra los impuestos a las ganancias». En rigor, no es un caso aislado: todas las luces de alerta se encendieron en las administraciones provinciales frente a la merma en las remesas de marzo y de abril, que se suma a las crecientes deudas en envíos nacionales para obra pública y asistencia social y, como contrapartida, a la escalada de compromisos salariales de los gobernadores. En lo que respecta a La Rioja, fuentes locales precisaron que en materia de ingresos netos de coparticipación, en febrero recibieron $ 68 millones y en marzo, sólo $ 46 millones, contra los cerca de $ 70 millones que esperaban recibir. Según la consultora Economía & Regiones, en el tercer mes del año las transferencias automáticas de recursos nacionales al interior del país cayeron 7,8% ($ 360 millones menos) respecto de febrero. Desde Catamarca, en tanto, el ministro de Economía provincial, Mamerto Acuña, bregó porque la disminución en los envíos de marzo y abril sea sólo de carácter estacional. «Debemos alcanzar los equilibrios necesarios para la prestación de los servicios y un mejor pasar de los catamarqueños», dijo, en referencia a la delicada coyuntura. El clima local, en este sentido, está agitado: en los últimos días, el gobernador radical Eduardo Brizuela del Moral pegó el portazo y rompió con el kirchnerismo -eran socios en el marco de la Concertación local-, en parte por el malestar causado por las gruesas deudas nacionales en materia de obras públicas y de fondos sociales. Hasta ayer no había recibido respuestas desde Balcarce 50 a sus planteos, que también se elevaron, por caso, desde el gobierno del cordobés Juan Schiaretti. Desde Jujuy, por su parte, el ministro de Infraestructura y Planificación, Fernando Frías, admitió las demoras en la llegada de recursos nacionales para obras públicas, por lo que funcionarios del gobernador justicialista Walter Barrionuevo ya realizan gestiones en despachos de Buenos Aires. (Ambito Financiero)