E

l fallo por el conflicto de la planta de celulosa ubicada en Fray Bentos será a mediados del próximo año. Así lo indicó el ex embajador Héctor Gros Espiell, representante uruguayo ante el Tribunal de la ONU, a través de una presentación sobre el avance del proceso realizada ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados de Uruguay. De los 15 jueces que actualmente integran la Corte Internacional, un total de cinco tendrán vencidos sus mandatos en octubre próximo, por lo cual serán sus reemplazantes los responsables de la sentencia final por la demanda presentada por la Argentina contra Uruguay, debido a la instalación de la planta papelera de Botnia en Fray Bentos. «Estos nuevos integrantes van a ingresar a la Corte el 6 de febrero del año próximo y, por tanto, van a fallar en el juicio sobre el que se estima que puede haber una sentencia en julio o en septiembre u octubre de 2009. Es decir que los nuevos jueces, serán parte de quienes van a tomar una decisión», señaló Gros Espiell. Al respecto, fuentes oficiales argentinas indicaron a la agencia NA que los equipos técnicos que asesoran jurídicamente al Gobierno trabajan «para que el fallo salga lo antes posible» pero remarcaron que la Argentina «no se mete con los tiempos de la Justicia». Además, precisaron que «el Gobierno no tiene nada que decir respecto al cambio de jueces», luego de que trascendiera en medios de prensa uruguayos que Gros Espiell se habría quejado en su presentación por el modo en que el cambio de magistrados influiría en el fallo final, pero que sus críticas no fueron incluidas en la versión taquigráfica. La demora en la sentencia judicial por la presunta violación del Tratado del Río Uruguay dificulta el escenario de conflicto entre ambos países, a la vista de que los entrerrianos no planean levantar los cortes de ruta fronterizos hasta tanto no haya una respuesta a sus reclamos medioambientales. El Gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, en tanto, ratificó que no tendrá gestos que profundicen las diferencias bilaterales y encapsuló el enfrentamiento a la espera de la resolución de la Corte, una decisión que incluyó su rechazo a nuevas medidas reclamadas por los asambleístas entrerrianos contra Botnia, según aseguró ayer la agencia NA. Uruguay evalúa la radicación de una planta portuguesa El Gobierno uruguayo procura definir este mes la instalación de una tercera planta de celulosa, de capitales de Portugal, que podría incluir la construcción de una fábrica de papel, anunció ayer el diario La Nación. Esto sucede en el momento en que se cumplen cinco meses del funcionamiento de la planta de la finesa Botnia en Fray Bentos y cuando la española ENCE cerró su plan de financiamiento para instalar una planta en Conchillas, departamento de Colonia. Esa fábrica de pasta de celulosa será la segunda de su tipo que se instala en Uruguay frente a la Argentina, pero a diferencia de Botnia, ésta afronta ahora otros frentes complicados: la resistencia de ambientalistas uruguayos, que preparan una protesta para un acto en el que participará el presidente Tabaré Vázquez, y un fuerte reclamo de la central sindical de este país sobre la posible contratación de personal argentino. «Si ENCE contrata una empresa con 250 trabajadores argentinos, instala un lío», dijo Juan Castillo, secretario general del PIT-CNT, la central sindical uruguaya. En ese contexto, el ministro de Transporte y Obras, Víctor Rossi, dijo en la Casa de Gobierno que abril es clave para definir la concreción de una tercera planta de gran dimensión. Las dudas se podrán despejar en la reunión prevista para mañana. «Vamos a estar recibiendo a una delegación de Portucel, esa empresa papelera portuguesa, que estudia la instalación, no sólo de una planta de procesamiento de celulosa, sino que cubriría el total del proceso hasta la fabricación de papel, para lograr el máximo de resultado en cuanto a valor agregado de esta cadena productiva», dijo el ministro. «Estamos convencidos de que existe una real posibilidad de que la decisión definitiva de este emprendimiento sea de ubicación en el Uruguay, más bien en este caso en la zona este», aclaró Rossi, porque se maneja la zona de Rocha, próxima a Brasil, para el enclave de ese posible emprendimiento. Dijo que «los representantes empresariales van a tener contacto con distintos ministerios» y estimó que de esas conversaciones va a depender en buena medida la decisión final de los inversores portugueses.