E
n el tercer mes del año, las transferencias automáticas de recursos nacionales al interior del país cayeron 7,8% ($ 360 millones menos) respecto de febrero, según lo consignado por un informe de la consultora Economía & Regiones. Si bien las remesas crecieron 18,7% respecto de igual mes de 2007 (fueron en total $ 4.206,5 millones), la performance no alcanzó para revertir el riesgoso desaceleramiento en la tasa de crecimiento interanual. De hecho, marzo cerró con la tasa más baja de los últimos 22 meses. Otro elemento palpable en carne propia, en tanto, erizó la piel de los caciques provinciales: casi 20% de las transferencias de marzo se liquidó recién el último día hábil de marzo, producto de la postergación en la liquidación de los recursos provenientes del Impuesto a las Ganancias. «De repetirse sistemáticamente, pondría en graves aprietos financieros a las jurisdicciones subnacionales, especialmente aquellas provincias más chicas, para las cuales dichos fondos representan más de 70% de sus recursos», advirtió la consultora. Tal como lo informó ya este diario, ante la escasez algunos mandatarios debieron hacer malabares para asegurarse el acceso a fondos para pagar sueldos. La postal del mes en el cual la embestida del agro contra Cristina de Kirchner virtualmente paralizó al país no hace más que alimentar el malestar que los mandatarios provinciales exudan -la mayor parte, por lo bajo- respecto de la creciente voracidad con la que el gobierno nacional se apropia de los recursos generados en las provincias. La profundización el 11 de marzo de las retenciones a las exportaciones agropecuarias -que no se coparticipan- fue la gota que rebasó el vaso. Producto de los retoques que sufrió en los últimos años la Ley de Coparticipación, las provincias resignaron des-de marzo de 2002 en favor de las arcas nacionales $ 10.897 millones, lo que equivale -destaca la consultora- a «una pérdida mensual promedio de $ 149 millones en concepto de transferencias automáticas de recursos coparticipables». Si se analiza, en tanto, sólo este año, por mes las provincias dejaron de percibir $ 507 millones. En marzo, en este marco, las provincias recibieron sólo 31,1% de la recaudación total nacional, mientras que para el acumulado 2008 ese porcentaje baja a 30,8%. Ello, lejos de la garantía de piso de 34% estipulada por ley. Pese a que hace años los gobernadores intentan sin éxito que se discuta una nueva Ley de Coparticipación -el planteo resurgió por estos días, al ritmo de los megáfonos de los ruralistas-, este desigual reparto de recursos entre Nación y las provincias amenaza con profundizarse este año. Según la consultora, «lejos de solucionarse el problema en la asignación de recursos entre los niveles de gobierno federal y subnacionales, éste se agravaría durante el presente ejercicio, al pasar las provincias a percibir una proporción aún menor de los recursos tributarios» debido «en gran medida al fuerte crecimiento que presentarían durante 2008 los tributos ligados al comercio exterior, de carácter no coparticipable». (Fuente: Ambito Financiero)