E

n las facultades de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) los docentes harán un paro de 24 horas el lunes en reclamo de mejoras salariales. La medida dispuesta por la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) en congreso nacional extraordinario realizado días atrás, se sentirá con fuerza en Córdoba, Río Cuarto, Santiago del Estero, Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, San Luis, Rosario, Entre Ríos, Chilecito, Formosa y Noroeste de Buenos Aires. Además, quedó establecido en el plan de lucha la posibilidad de instrumentar “paros rotativos y progresivos hasta tanto se solucione el conflicto”. Los universitarios reclaman un aumento salarial del 30%, pero el ofrecimiento del Gobierno alcanzó el 19% en cuotas. La propuesta oficial incluye una recomposición del nomenclador hasta llevarlo a una altura del 1,6 entre categoría y categoría. Esta pauta salarial plantea la liquidación de ese porcentaje en tres cuotas de 6,5%; 6,5% y 6% a efectivizarse en abril, agosto y diciembre. Sin embargo la Federación anticipó que no se sentará a negociar con el CIN y la Secretaría de Políticas Universitarias “si los funcionarios del Ministerio de Educación mantienen la misma posición”. En tal sentido Carlos De Feo, secretario general de Conadu, manifestó que la negociación “podrá avanzar siempre y cuando el Ministerio ponga sobre la Mesa de Negociación un acuerdo salarial, al menos igual al que los funcionarios de esa cartera acordaron con Ctera para todos los docentes del país. Debería contemplar una garantía salarial de 1.290 pesos y un 24% de aumento para todas las categorías docentes”, planteó. Desde la conducción de Conadu se analizó con preocupación el contexto en el cual se discute el problema salarial docente, “puesto que es el Estado nacional quien se ha mantenido firme en su decisión de mantener una política de retenciones al agro que apunte a una distribución más equitativa de la riqueza en el desarrollo del país, mientras que los funcionarios del Ministerio de Educación y las Universidades Nacionales parecen no estar en sintonía con ese rumbo” y añade que a esa situación se debe sumar la decisión “manifestada por la Presidenta de iniciar un proceso en el que las universidades jueguen un papel preponderante en la nueva etapa iniciada en el país.