L
a escasez en el suministro de agua va en aumento, debido entre otros factores a un alza en la demanda, al crecimiento de la población, a mejores estándares de vida y a cambios en la dieta alimentaria. La falta de suministro se ve agravada además por la contaminación y el cambio climático. Los inversores están movilizando fondos para comprar los activos que controlan el agua y mejoran los suministros, especialmente en países en desarrollo como China, donde la población urbana está en franco aumento. "Muchas de estas ciudades han triplicado su tamaño en los últimos 10 años, por lo que hay una necesidad que no está siendo atendida, hay una oportunidad enorme para invertir", dijo Kimberly Tara, presidenta ejecutiva del grupo inversor en materias primas FourWinds Capital Management. FourWinds comenzará este año a recaudar fondos a nivel global, inicialmente hasta €3.000 millones (u$s4.680 millones), para invertir en agua, indicó Tara. El suministro de agua ya es un problema serio en muchos países del mundo, como se destacó en un informe de la Administración de Activos Sustentables, que maneja cerca de 8.500 millones de francos suizos en activos. Entre los lugares con dificultades se encuentran el sur de España, el Maghreb, Oriente Medio, Asia central, Pakistán, el sur de India y el norte de China. En el continente americano, la región central de los Estados Unidos, México y la región andina son las áreas más afectadas. El este de Australia también se ve golpeado. China es un claro ejemplo. Tiene un quinto de la población mundial, pero sólo un 7% del agua. La mayor parte de los principales cinco ríos del país no es apta para contacto humano directo, mientras que el país tendrá que construir 1.000 plantas de tratamiento del agua entre el 2006 y el 2010 para alcanzar las metas nacionales en el combate a la contaminación, según analistas de Citigroup. Pero no todo el mundo se beneficiará. Mientras algunas ciudades chinas son ahora puntos calientes de inversión, las áreas rurales están siendo ignoradas. Además, algunos equipos sofisticados para tratar el agua no operarán en algunas partes del mundo en desarrollo, sostuvo Robert Miller-Bakewell, analista de Merrill Lynch. "Son muy selectivos sobre dónde van. Eso significa que gran parte de esta necesidad no se atenderá necesariamente en el corto plazo", dijo. "La tecnología existe. Yo, tú, el Banco Mundial y todo el mundo puede identificar la necesidad. El gran problema es quién va a pagar por todo esto", agregó. Partes de África son especialmente secas -tanto de agua potable como de dinero-, en momentos en que suben los precios del acero y de los materiales para la construcción de plantas de tratamiento de agua. Una combinación de agua contaminada y de débiles condiciones sanitarias mata anualmente a 1,8 millones