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n una de sus seis valijas, todas a nombre de Belén, hallaron unos 16 kilos de cocaína, por lo que los tres fueron detenidos. Panno reconoció la propiedad de las valijas desvinculando así a las jóvenes. Sin embargo, la fiscalía pide 11 años de prisión y una multa millonaria. Belén dijo desde la cárcel que confía en que el 2 de abril estará libre para volver a reencontrarse con su familia. Festejo entre rejas. Belén, con amigas presidiarias y unos kilos de más, festeja el título en informática logrado en la cárcel de Wad-Ras. A más de dieciséis meses de estar detenidas en el centro penitenciario español de Wad-Ras, de la ciudad de Barcelona, las modelos argentinas Belén Téllez, de 22 años, y Jésica Almada, de 20, no ven la hora de dejar atrás el encierro y finalmente regresar a su país. El próximo 2 de abril comenzará el juicio en el que están acusadas de narcotráfico junto a quien fuera su representante, Alejandro Panno, por lo que la fiscalía a cargo de la causa pidió 11 años de prisión y una multa de 2,1 millones de euros. Durante el período de tiempo que las chicas estuvieron privadas de su libertad en España, ellas se contactaron por cartas y teléfono con sus familiares. Siempre a través de la distancia, comunicaron las buenas y malas noticias. La primera fue cuando llamaron para avisar que habían quedado detenidas por la droga que les encontraron en las valijas, el 30 de octubre de 2006. El martes 17 a la mañana en la casa de los Téllez nuevamente volvió a sonar el teléfono desde España, pero esta vez la noticia que recibió el padre de Belén, Francisco, fue que la fecha del juicio ya estaba definida. Dos días después, el jueves a la mañana, minutos antes del mediodía, PERFIL pudo compartir con los Téllez uno de los cinco llamados de ocho minutos que a su hija le dejan hacer cada semana desde el centro penitenciario. Luego de preguntarle a su papá como están las cosas con los abogados, y si él podrá estar allá para cuando se inicie el juicio, Belén alcanzó a intercambiar unas palabras con este medio. “Con Jésica estamos muy nerviosas, pero tenemos mucha fe de que el 2 de abril vamos a estar en la calle. Sabemos que todo va a salir bien, si no hicimos nada...”, dijo con voz casi de felicidad, y acelerada por la brevedad de la comunicación, la joven que durante los meses que estuvo presa aprovechó para hacer cursos de computación, catalán, labores, danzas árabes y aerobox. Ahora Belén, quien contó que da clases a compañeras suyas que son analfabetas, realiza deportes y lee muchas novelas, sobre todo de Isabel Allende. “El tiempo que estuvimos acá –por la cárcel– no se pasó más. Eso sí, nos hicimos amigas de chicas de Brasil, Nigeria, México y España, que nos ayudaron un poco a que todo esto pase más rápido”. Belén, que según su padre lo que más extraña es el asado y a su sobrino de 3 años, fue madrina de bautismo de una compañera de celda brasileña. Sus padres, Francisco y Claudia, cuentan que lo que más manifiesta en sus cartas y llamadas semanales son las ganas de estar en su país, pero nada habla de su futuro como modelo. “Quiero salir”, y “No puedo dormir” son las frases que Jésica, según su mamá, Alicia, repite en sus llamadas desde que se enteró que en las próximas dos semanas estará sentada en el banquillo de los acusados para ser juzgada. En la casa de Jésica, la última comunicación telefónica con ella fue ayer. “Como yo no estaba, habló mi otra hija. Le dijo que hace tres noches no duerme, y lo que preguntó es si voy a poder viajar para el juicio”, contó Alicia, quien contó que abrieron la página www.jesicaalmada.wordpress.com; donde está el número de cuenta en el que se puede depositar dinero a fin de que ellos puedan estar presentes en el juicio. También Jésica aprovechó el encierro y realizó varias actividades, como cursos de peluquería e idioma. Da clases, y es ayudante de cocina. (Fuente: Perfil)