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na vez más exigieron al Gobierno provincial y municipal que no se viole la norma que prohíbe el uso industrial de ese predio. Ordenanza, que fue aprobada por unanimidad del Concejo Deliberante. Los vecinos y entidades intermedias se oponen a que en ese lugar se instale una planta de biodiesel, proyecto que anunció la firma Ketsal en diciembre pasado, cuando cerró la compra del ex ingenio con el Gobierno entrerriano. “Nosotros queremos que se cumpla con la ordenanza y con el plan de ordenamiento urbano, que dispone la utilización de ese espacio exclusivamente para usos recreativos y turísticos”, dijo la arquitecta María Elena Coniglio. RECLAMO La profesional junto a otros vecinos y organizaciones sociales de Victoria rechazan que en ese predio, se instale una planta de biodiesel, porque así lo establece la normativa municipal vigente. “Queremos que se cumpla con la reglamentación vigente, porque estaría emplazada en una zona donde, además de la reglamentación específica sobre la zonificación para usos turísticos y recreativos, está en proyecto el plan de la costa, que avanzaría más puntillosamente sobre actividades de ese tipo”, dijo Coniglio. La inversión de Ketsal en la provincia confirma la apuesta al negocio energético de la sociedad mendocina que tiene como referentes a Daniel Vila y José Luis Manzano. En una primera etapa, el proyecto supera los 10 millones de pesos y terminaría de concretarse en la segunda mitad de 2009, según recordó la AIM. El objetivo de la compañía –que opera como Andes Energía, la alianza con el grupo inglés Ragusa que avanza en el sector energético de distintas provincias- es construir dos o tres silos y una planta de tratamiento de oleaginosas, de donde saldrá el aceite para abastecer a la futura planta productora de combustible. Pero la iniciativa genera resistencias y rechazos por el impacto que causaría a la ciudad. “En agosto del año pasado, el Concejo Deliberante modificó la ordenanza del plan de ordenamiento urbano y estableció que no estaría permitida la utilización del predio del ex ingenio azucarero para ningún uso industrial, ya que es un área destinada a usos recreativos y turísticos exclusivamente”, se indicó. Esa normativa que modificó a una anterior, fue vetada por el Ejecutivo Municipal, pero al hacerlo fuera de término, la ordenanza con cambios quedó promulgada. USOS En aquella oportunidad, específicamente, el 13 de agosto de 2007, los ediles aprobaron una ordenanza, que declaraba en su primer artículo (y así se lo hicieron saber al entonces gobernador Jorge Busti) “de interés social, ambiental, educativo, deportivo, recreativo y turístico”, el uso del predio, que surgió en los ’80 como el proyecto de mayor progreso para la ciudad y que terminó siendo, nada más ni nada menos, que una farsa para todos los pobladores. En esa normativa, que no pudo ser vetada, también se establecía en su artículo segundo que se inicien las acciones “para el traspaso de la propiedad de la tierra (en ese entonces en manos de la provincia) a la Municipalidad”. “Paradójicamente, la venta del inmueble se produjo en diciembre en 2007, en los últimos días del gobierno de Busti, con la intención de instalar una fábrica de biodiesel”, recordó Coniglio. Al respecto, la arquitecta dijo que “el proyecto de la empresa es incompatible para el lugar donde está emplazada, porque se ubica a mitad de camino en un corredor costero que comienza en los orígenes de la costa de Victoria, pasando por el casino y termina en el último gran emprendimiento que se lleva adelante en la ciudad, que son las termas”. Ante el avance del proyecto, la asamblea de vecinos está evaluando iniciar acciones judiciales, en caso de que se incumpla con la norma. “La venta del ingenio se dio en un momento muy complejo, debido a que se hizo a pocos días de finalizar la gestión de Busti y luego vino a feria judicial, que demoró las acciones. No obstante hay equipos que están evaluando el tema”, dijo Coniglio. Por ahora, la firma propietaria del predio no hizo ocupación física del lugar, por lo que “hasta que no se efectivice el incumplimiento de la norma no podremos accionar, no obstante estamos analizando la cuestión”. “Físicamente no hay avances en el predio y tampoco se conoce si se presentó o no el proyecto a la provincia, lo que se sabe es por los medios y eso es lo que nos impide avanzar en las cuestiones legales”, reiteró la entrevistada. En ese sentido, dijo que tampoco se conoce si “no conocemos en detalle el proyecto y no se conoce estudio de impacto ambiental o el grado de contaminación que generaría. Los empresarios dicen que los insumos utilizados no son tan nocivos en el aspecto de la contaminación directa, lo cual aún no está demostrado científicamente, pero igualmente decimos que hay contaminación sonora, visual, vehicular, por lo que esta planta no se condice con el proyecto urbano de Victoria”. “Victoria en su plan urbanístico tiene destinado un sector a las industrias y no entendemos porqué no se gestionó que la fábrica de biodiesel se instale en ese lugar que le corresponde”, y aclaró que “no estamos en contra de la radicación de industrias, de las fuentes de trabajo pero estamos en contra de que en aras del progreso se pierda costa, espacios recreativos y turísticos”, apuntó.